Al finalizar el curso pasado estaba el estudio publicado. Después de estar prácticamente todo el curso lectivo buscando entre los boletines oficiales, los portales de transparencia, los parlamentos autonómicos y estatal… Un trabajo casi titánico con el que intentar seguir los pasos de las inversiones extraordinarias que tanto el Gobierno central como las CCAA realizaron durante el curso pasado.
El resultado de la investigación es que entre todas las administraciones educativas (el estudio se ha centrado en la inversión en la educación no universitaria y en las administraciones estatal y autonómicas) se invirtieron 3.559 millones de euros extra para intentar superar la situación derivada de la pandemia.
Se trata de una inversión que se divide en tres grandes bloques: adaptación a los protocolos Covid; educación digital y mantenimiento de la equidad educativa. La primera de las tres es la que se ha llevado más tajada, entre otras cosas, porque engloba la contratación de personal docente y no docente con el que seguir los protolos marcados (distancias de 1,5 metros, grupos de convivencia estable…). Ha supueto el 72,2% de toda la inversión extraordinaria, seguida de la digitalización (compra de equipos, mejora de las redes y formación), con un 16,11%. La última, la apuesta por la equidad educativa (ayudas para material, refuerzo educativo o de los servicios de comedor), con un 11,6%.
La mayor parte del monto total ha caído en los hombros del Gobierno central. Por una parte, con los fondos extraordinario de 2.000 millones anunciados el año pasado. A estos se han sumado los programas Educa en Digital (183,92 millones), el PROA+ (60 millones) y los Reactiva FP (10,5 millones). Es decir, el Estado ha pagado prácticamente el 70% del esfuerzo.
Entre las comunidades autónomas existe una importante divergencia a la hora de apoyar esta inversión. Desde Castilla y León que solo ha puesto el 5% de su bolsillo, a Galicia, que invirtió el 47,68% del total que ha utilizado el curso pasado.
Estas diferencias territoriales también se aprecian al bajar al detalle de en qué ha gastado cada territorio el dinero que finalmente ha invertido en educación en el curso pasado. En el siguiente mapa se puede ver el porcentaje de la inversión de cada comunidad autónoma según las partidas.
En las pestañas superiores pueden apreciarse esas diferencias de criterios a la hora de dedicar el presupuesto a adaptación a los protocolos Covid-19, a la digitalización o al mantenimiento de la equidad.
Transparencia
Una de las conclusiones relevantes, más allá de cómo, quién y en qué se ha gastado toda la inversión dedicada a la educación el curso pasado, es la dificultad existente para acceder a la información relacionada con este dinero.