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La heterogeneidad lingüística y cultural en los centros educativos valencianos es algo que puede ser percibido como una anomalía o como un hecho enriquecedor que tiene impacto en las políticas educativas. Lo dice el escritor Amin Maalouf: “La diversidad no es ni una bendición ni una maldición; es sencillamente una realidad»; lo que importa es cómo se gestiona.
Cuando se percibe como una anomalía, la educación se estructura como un instrumento de reproducción de desigualdades y se implementan políticas de integración en el patrón cultural y lingüístico mayoritario.
Si se percibe como un hecho enriquecedor, la educación se entiende como un instrumento de promoción de igualdad de oportunidades, como un derecho humano atribuible a la totalidad de la ciudadanía y se ponen en valor las lenguas y culturas del alumnado.
Estas diferentes formas de encarar esta heterogeneidad lingüística y cultural pueden orientarnos para situar las políticas educativas de la Generalitat Valenciana. El informe de la UEM de la Universidad de Alicante es así de contundente: «Para el legislador la libertad lingüística es, estrictamente, libertad para no estudiar valenciano».
La ley de «libertad educativa» nació con la oposición de la práctica totalidad de la comunidad científica, de las principales federaciones de familias, de los sindicatos, de las entidades cívicas y algunas entidades públicas como la Acadèmia Valenciana de la Llengua o el Consell Valencià de Cultura.
Introduce un listado de palabras con significado perverso: habla de «libertad de elección» y no garantiza la opción escogida por las familias; habla de «plan de uso de las lenguas» y, en realidad, esconde un plan de desuso del valenciano y excluye toda referencia al especial respeto y protección que merece; habla de «fomento del valenciano» y deroga cualquier normativa susceptible de promover su uso normalizado; habla de «programa de lenguas vehiculares» y no hace ninguna referencia a los niveles de competencia que deben garantizar los centros educativos al alumnado,…
La norma omite cualquier indicación sobre objetivos de carácter pedagógico y científico. Por primera vez desde 1985 no se recoge como objetivo fundamental que al finalizar la educación obligatoria todo el alumnado debe comprender y expresarse con corrección, oralmente y por escrito, en ambas lenguas oficiales vulnerando de esta forma lo establecido en la disposición adicional 38 de la LOE.1
Con la ley de plurilingüismo que estableció el gobierno del Botànic, el 25% de valenciano en todo el territorio era considerado “imposición”. Ahora, con la nueva ley, cuya imposición llega hasta el 80% de castellano se considera “libertad educativa”.
La consulta a las familias
Desde las 9h del pasado 25 de febrero hasta el 4 de marzo, 570.000 familias valencianas estuvieron llamadas a participar en una consulta telemática que les pedía elegir la “lengua base” de la escuela de sus hijos e hijas.
Desde la educación infantil hasta la ESO, de un total de 14.484 cursos, en 8.148 (56%) han elegido valenciano como lengua de aprendizaje en una proporción que va desde el 50 al 100% de las familias. Los centros públicos son más favorables que los concertados al valenciano (67% frente a 27%) y, por etapas, son más partidarios en la educación infantil (60%).
Por provincias, despunta Castellón con 79,67% de los cursos frente a Valencia con el 63,39% y Alicante con el 35,99%.

En 2.337 cursos (16,14%), el valenciano como lengua base es escogido entre 0 y 5% de las familias y en 8.148 cursos (56,26%) es escogido entre el 50 y el 100%.
El número de votos situados en el intervalo de 0 a 5% es mayor según se avanza en las etapas (14,53% en infantil, 16,51 en primaria y 18,14% en la ESO. (Ver tabla 1)

No siempre es posible, con los datos de que disponemos, determinar el impacto de la población extranjera en los resultados. Sin embargo, entre el 56 y el 88% de las familias de municipios de la Marina Alta con más del 50% de extranjeros ha optado por el valenciano como lengua base de aprendizaje, resultados esperanzadores probablemente fruto de una buena acogida de los centros educativos dirigida a la población recién llegada que ha servido para poner en valor los beneficios de este modelo. (ver tabla 2)
Municipios de la Marina Alta con >50% extranjeros | Habitantes 2023 | Población extranjera | % Población extranjera | % votos valenciano como lengua base |
Llíber | 1.021 | 656 | 64,25% | 87,93% |
El Poble Nou de Benitatxell | 4.926 | 3.076 | 62,44% | 56,25% |
Alcalalí | 1.392 | 805 | 57,83% | 84,62% |
Teulada Moraira | 12.619 | 7.126 | 56,47% | 74,01% |
Murla | 576 | 301 | 52,26% | 84,62% |
Calp | 25.909 | 13.518 | 52,17% | 60,26% |
Tabla 2. Impacto de la población extranjera en los resultados de la consulta
¿Qué es lo que desean las familias? Tal y como demuestran los resultados en las poblaciones con alto índice de población extranjera, la gran mayoría de las familias no pretenden elegir la lengua base de aprendizaje como tampoco pretenden elegir el temario de matemáticas, o de las ciencias naturales. Lo que desean las familias es que se garantice un sistema educativo de calidad que proporcione a sus hijos e hijas una buena competencia plurilingüe y el dominio de las distintas áreas curriculares. La Administración educativa es la que tiene la obligación de garantizarlo y no debería eludir sus responsabilidades.
Un 58,6% de las familias ha participado en la consulta sobre la lengua base de aprendizaje, un porcentaje considerablemente inferior a la de otras consultas como la que se realiza sobre la jornada escolar en la que participa hasta un 95%.2
Debe considerarse que en el pasado, la totalidad de las familias (100%) podía elegir la lengua base de enseñanza a través del proceso de admisión. Actualmente, únicamente el 58,6% ha expresado su preferencia a través de un proceso telemático con abundantes dificultades y sin tener garantizada la opción escogida.
Aún así el conseller opina que «estamos de enhorabuena». Evita referirse al nivel de abstención (41%) y, sorprendentemente, confronta los datos de participación de las familias en la consulta sobre la lengua base de aprendizaje con los de los consejos escolares de centro donde está representada toda la comunidad educativa. Una actitud totalmente desconsiderada de quien se espera la máxima atención y colaboración hacia el máximo órgano de participación democrática de los centros educativos.
Asegura el conseller que «tanto la izquierda como varias asociaciones lo que querían es que el poder de decisión lo dejáramos en los consejos escolares de los centros» ignorando que la participación a través de los consejos escolares de centro debe ser garantizada por las administraciones educativas, de acuerdo con lo que se establece el título V de la LOE.
Según el conseller, «la decisión del 60 por ciento de las familias definirá el nuevo mapa lingüístico», pero en realidad lo que se definirá es el mapa de la segregación…
En clave de la educación lingüística, el “pluralismo” sólo gana si el modelo garantiza competencia en las dos lenguas cooficiales y más de 40 años de educación plurilingüe señalan la enseñanza en valenciano como lo único que lo garantiza. Contrariamente a lo que afirma el conseller, no «ha ganado el pluralismo frente al modelo único». Ha ganado el porcentaje de familias que opta por un modelo de éxito educativo con un 50,53 % frente al 49,47 %.
Parece que el objetivo era «dejar a los padres la decisión sobre la lengua en la que quieren que sus hijos aprendan a leer y escribir». Se pone énfasis en que este aprendizaje debe hacerse en «lengua materna», pero se obvia que el País Valenciano es uno de los territorios con más población recién llegada y que cuenta con más de un centenar de nacionalidades3 y que las evaluaciones realizadas por el IVAQE4 sobre programas de educación plurilingüe señalaban los programas de inmersión lingüística como programas óptimos para lograr el objetivo de conseguir un dominio equivalente de las lenguas cooficiales.
Cualquier novedad normativa debería ir acompañada de un plan de formación del profesorado dado el papel central de los docentes en las posibilidades de éxito educativo. Sin embargo, en el plan anual de formación permanente del profesorado correspondiente al curso 2024-2025 que establece la administración, no consta ninguna línea estratégica relacionada. Efectivamente, difícilmente se pueden establecer líneas formativas prioritarias si la ley no hace ninguna consideración de carácter pedagógico ni prescribe los niveles de competencia lingüística que debe garantizar el centro educativo para cada una de las lenguas curriculares. La formación del profesorado focalizará este curso escolar en la competencia en lectura y escritura, el pensamiento computacional, programación, robótica e inteligencia artificial, en sostenibilidad ambiental y en internacionalización pero ninguna referencia a la educación plurilingüe.
El artículo 6 del Estatut d’Autonomia dice: «El idioma valenciano es el oficial en la Comunitat Valenciana, al igual que lo es el castellano, que es el idioma oficial del Estado». Pero el conseller, de acuerdo con su intervención en la entrevista en la COPE del pasado 9 de marzo, lo descubre a raíz de la consulta a las familias: «Los resultados nos ha mostrado una comunidad bilingüe».
En la misma entrevista, afirma que se trata de sustituir un «modelo que imponía entre el 60 y el 70% de tiempo curricular en valenciano». Ya hubiera estado bien que todos los consejos escolares del País Valencià hubieran propuesto un proyecto lingüístico tan ajustado a las recomendaciones de las universidades valencianas5, con una presencia curricular del valenciano entre el 60 y el 70%. Pero, una vez más, el conseller miente como nos tiene ya habituado el gobierno valenciano desde los distintos ámbitos de la política. Es inconcebible que un conseller de Educación sea capaz de contradecir unos datos públicos expuestos en la guía de centros educativos.
En 2015, los centros educativos de infantil y primaria que aplicaban programas óptimos6 de educación plurilingüe de acuerdo a los criterios establecidos por las universidades valencianas eran el 30%. En 2018, después de la implementación de la ley de plurilingüismo del Botànic, el 53%.
En educación secundaria obligatoria, la ley de plurilingüismo no reportó los frutos aconsejables. El abanico de programas óptimos se sitúa entre en 17 y el 58% según el alumnado vehicule las optativas en valenciano o en castellano. Es decir, resultados todavía muy alejados de las recomendaciones de los expertos.
Dicho de otro modo, existe margen para promover todo lo que ha dado buenos resultados y corregir algunas situaciones que actúan de barrera al aprendizaje plurilingüe. Desgraciadamente, la nueva ley educativa no sólo viene a incrementar las dificultades sino a impedir principios irrenunciables prescritos en la LOMLOE como son el reconocimiento del interés superior del menor7, la inclusión educativa, una educación compensadora de las desigualdades y la autonomía de los centros educativos para establecer y adecuar las actuaciones organizativas y curriculares en función de las necesidades del alumnado.
En noviembre, 50 diputados interpusieron recurso de inconstitucionalidad a la Ley de libertad educativa por incumplir con 28 artículos de leyes de rango superior. Seguimos pendientes de su pronunciamiento.
Es necesario detener este despropósito normativo que ni atiende a las recomendaciones de los expertos ni da respuesta a las necesidades educativas del alumnado y que sitúa el debate en la confrontación ideológica.
Necesitamos reformas educativas que proporcionen beneficios educativos a nuestros hijos e hijas y no perjuicios. Necesitamos reformas educativas que nos permitan vivir codo con codo y no unos frentes a otros. Necesitamos reformas educativas que promuevan una escuela que sea el reflejo de una sociedad inclusiva y no una escuela que sea el reflejo de una sociedad segregadora.
Seguimos esperanzado por la respuesta de las familias a la consulta y pendientes del pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
1 «Al finalizar la educación básica, todos los alumnos y alumnas deberán alcanzar el dominio pleno y equivalente en la lengua castellana y, en su caso, en la lengua cooficial correspondiente.»
2 Datos de participación 2023
3 Datos del Instituto Nacional de Estadística
4 IVAQE. Institut Valencià de Qualitat Educativa
6 Programas óptimos: de acuerdo con informe de las universidades valencianas “en el ámbito de investigación sobre programas plurilingües existe un acuerdo casi unánime sobre la necesidad de que el uso vehicular de la lengua minorizada debe ser mayoritario y que en ningún caso debería bajar del 50%, si de verdad se pretende corregir el bilingüismo social asimétrico”
7 La Convención sobre los Derechos de la infancia aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 es de carácter obligatorio para los Estados firmantes y deja claro que todas las medidas respecto a la infancia deben basarse en interés superior del menor.