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La dependienta, de Sayaka Murata. Duomo Editorial
Rosa Linares
Yo creo que todo el mundo entiende la paradoja vital que supone el temor a quedar retratado como un completo personaje ante los demás y, a la vez, desear huir despavorido de la masa de acciones y reacciones que aseguran engrosar las filas del batallón multitudinario de los individuos normales. Keiko, la protagonista de esta novela, puede pasar por la versión exagerada –o no– de la persona inadaptada que llevamos dentro. En su caso, Keiko encuentra en el trabajo de dependienta de supermercado un refugio de sosiego mental plácidamente mecánico; un espacio seguro y ordenado, con productos que reponer y clientes a los que sonreír, donde la improvisación y la respuesta singular que implica vivir quedan gratamente amortiguados. Una tienda y su programa de rutinas como terapia salvadora de la propia vida. Porque ella desconoce sus códigos. Hay humor en el libro y hay una ligereza muy a lo japonés en la forma de contar que, sin embargo, fuerza a reflexionar sobre los costes y el grado de domesticación social que cada uno lleva a sus espaldas. Dura un día en las manos.
Ficcionario americano, de Dubravka Ugrešić. Impedimenta
Maximiliano Alcañiz
Dubravka Ugrešić falleció en marzo de este año en Amsterdam. Su vida nómada, y también su obra, estuvieron atravesadas por los trágicos acontecimientos que acabaron con la desintegración de Yugoslavia. Desde esa vivencia de la provisionalidad, Ugrešić dirá: «El mundo es más frágil de lo que aparenta, desaparecen las cosas, desaparecen los países, desaparecen las personas, basta un pequeño momento de descuido y de repente el mundo que nos rodea no es nuestro». En ese tránsito de la antigua Yugoslavia a la nueva Croacia, con una guerra mediante, Ugrešić reconoce que «me embargó el miedo de una patria que todavía tenía que ganarme para tener en ella el estatus de emigrante». Por eso, se instaló primero en Estados Unidos y después en los Países Bajos.
La autora llega a su Ficcionario americano por error: en realidad quería teclear «Diccionario americano». Porque eso es este libro, un diccionario de términos y expresiones que disecciona, con profundidad y humor, algunos de los tics más recurrentes de la excéntrica sociedad estadounidense. A través de este brillante libro, Ugrešić construye un nuevo territorio desde el que nos habla: el de las personas apátridas; que tiene también mucho de conjura, porque ¿cómo si no acallar las bombas y la destrucción que entonces destruían su país?
La analfabeta, de Agota Kristof. Alpha Decay
La vida de Agota Kristof, como la de Dubravka Ugrešić, está atravesada por los grandes acontecimientos que marcaron la historia de Europa en el siglo XX: la II Guerra Mundial, la postguerra, la Europa del telón de acero, el exilio de miles de húngaros después de las protestas de 1956… Después de asentarse en Suiza, Agota Kristof adopta el francés como lengua literaria. ¿Se puede nacer de nuevo? Kristof nos demuestra que sí, en otro país y en una lengua nueva.
La analfabeta es un monumento literario en 60 páginas, las que recorren los once capítulos que nos muestran otros tantos momentos fundamentales en la vida de la autora. La prosa de Kristof es sencilla y poderosa a un tiempo, de una belleza arrolladora. La analfabeta es uno de esos textos que debería estar presente en las clases de diferentes niveles educativos. Podría servir también como puerta de entrada a la fantástica trilogía de la autora: «Claus y Lucas».
Grana de Crisantemu, de Isabel Gutiérrez. Ed. Bajamar
Diana Pastoriza
Queremos pisar tierra firme y mirar el mundo directamente, pero es un trampantojo. Nuestra lente es metafórica y nuestro agarre a la realidad, tenue y flexible. En esa incertidumbre, el pensador hábil reconoce patrones, los combina, aprehende las relaciones entre ellos y busca reestructurarlos en parábolas, en indirectas. Las metáforas nos someten, nos humillan y nos recuerdan que incluso la ciencia más compleja depende de ellas. “Tengo mieu a volar. / Y, sicasí, vuelo. / Nun me queda otra”.
Ya lo decía Steven Pinker con su concepto de pedestrian poetry: permite decir una cosa queriendo decir otra. “Yo nun conozo l’posu de mieu que dexa la fame na / [pallabra mañana”.
Uso mi lente. La cambio. Examino la de otros y otras. Leo -lees- poesía buscando mirar, ansiando descubrir “un espeyu nel que mirase, anque tea enllenu de polvo”.
Encontramos así, casi fortuitamente, la poesía de fuera de la página, la de todos los días, la de las abuelas, la de los pobres, la del sufrimiento. Porque “quisiera protexer del dolor a tolos recién llegaos, pero, entós, / ¿quién diba escribir mañana poesía?”
El querido hermano, de Joaquín Pérez Azaústre. Galaxia Gutenberg
Joaquín Ayala
En esta novelización sobre los hermanos Machado y la forma en que la Guerra Civil afectó a sus vidas, el autor acierta plenamente al establecer como eje estructural el viaje que Manuel realiza desde Burgos hasta el sur de Francia para visitar la tumba de su hermano Antonio. Ese trayecto, en el que se intercalan continuas rememoraciones, se convierte así en un viaje moral para el protagonista y para el lector, que se verá obligado a certificar una vez más que los destinos vitales y las disyuntivas que comportan nunca deben juzgarse a la ligera.
La conversación infinita, de Borja Hermoso. Siruela
Como ya pasara con la magnífica recopilación de entrevistas del mexicano Alejandro García Abreu (Taurus), el libro de Borja Hermoso, que compila algunas de sus entrevistas de los últimos años para el diario El País, invita a un doble descubrimiento: la altura literaria que puede alcanzar una buena entrevista y su capacidad para generar infinitas invitaciones y resonancias. Las entrevistas a representantes de la literatura y el pensamiento contemporáneos aquí reunidas trazan, a través de llamativas convergencias y destellos de lucidez, un sugerente mapa de los temas fundamentales de nuestro tiempo. Atisbos de claridad para tiempos inciertos.
Adán y Eva, de Arto Paasilinna. Nórdica libros
Toni Solano
Volver a la normalidad de septiembre requiere lecturas ágiles y sin mucha enjundia. Adán y Eva es una novela del autor finlandés Arto Paasilinna, un escritor que nos suele regalar divertidas obras en las que se mezcla el humor y la crítica social. En este caso la trama se centra en un invento que revolucionará el mundo del automóvil y que evidentemente suscitará rencillas y pasiones entre la industria del sector y los orgullos nacionales. Es una novela escrita que encajaba en la ciencia-ficción cuando se escribió, en 1993, pero que hoy se puede leer con otra perspectiva. Una lectura ligera, amena y con un punto ácido que nos sacará alguna sonrisa.