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Con poco tiempo de diferencia se publicaban dos informaciones, una referente a seis colegios de Cádiz que han pedido que deje de usarse panga en sus comedores tras la movilización de sendas madres en la plataforma change.org. La otra, que el gigante Carrefour anunciaba el abandono de la venta de este mismo pescado en sus tiendas de España. Ya había tomado esta decisión en Francia y Bélgica.
El panga es uno de esos pescados polémicos que reciben duras críticas por su modo de producción, en el delta del río Mekong, en Vietnam. Pero no porque no sea comestible, sino por la fuerte contaminación de dicho río en el que se pueden encontrar, según diferentes estudios, demasiada cantidad de metales pesados como el mercurio. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en su página web, informa que “la calidad sanitaria de dichos pescados no solamente está asegurada por control oficial en frontera, sino también por el de las Comunidades Autónomas quienes, a través de sus Consejerías de Sanidad, también pueden realizar controles cuando el pescado está ya en los canales de comercialización en España”. El Ministerio de Sanidad ya informó en una nota hace algún tiempo de que el panga no era peligroso para el consumo humano.
Pocas horas después de que El País publicase la información, que ya había sido publicada días atrás por el Diario de Cádiz, CEAPA ha escrito una carta tanto al Ministerio de Educación como al de Sanidad exigiendo que tomen cartas en el asunto para que se retiren no solo el panga, si no también la tilapia y cualquier otro pescado similar en cuanto al modo de producción empleado con estos.
Aunque José Luis Pazos, presidente de la Confederación es consciente de que, ni Sanidad ni Educación tienen compatencias sobre los comedores escolares, espera que, al menos el primero tome nota y ordene la retirada general de estos pescados, lo que lógicamente repercutiría sobre los comedores escolares.
Gestión de los comedores
La gestión de estos comedores, como la de la educación, está transferida a la comunidades autónomas y cada una de ellas la realiza de una forma diferente. Mientras la en la Comunidad de Madrid son los consejos escolares de centro los que eligen una empresa dentro de una lista ya cerrada, en otras como Castilla y León, es Educación la que saca a concurso público la concesión de diferentes lotes.
Se trata de un territorio en el que hay mucha escuela rural y las dificultades para servir el catering en los centros se complica, de manera que han optado por dividir la autonomía en lotes que han de salir a concurso público.
También en Castilla y León, por ejemplo, ya desde el curso 2010-2011 las empresas adjudicatarias de los comedores dejaron de servir panga. En el pliego de condiciones de los actuales contratos se incluyó la eliminación no solo de la panga, sino también de la perca, la tilapia y la caella como un elemento más de la puntuación. Las empresas eliminaron dichos pescados de sus menús.
Recuerdan desde su Consejería de Educación que en el curso 2010-2011 diferentes estudios aseguraban el consumo de estos peces sin problema, aunque “no se recomendaba su consumo más de dos veces por mes”.
Desde la Consejería de Educación de Andalucía se insiste en que la retirada de este tipo de pescados “no está avalada” por ninguna recomendación científica. “Seguimos las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y del Servicio Andaluz de Salud encargados de la supervisión” de estos alimentos.
Entienden que la retirada por parte de las empresas de catering se debe principalmente a la sensibilidad de estas empresas hacia las familias. No, en cualquier caso, a que exista una alerta alimentaria ni de seguridad.
Antecedentes
En el curso 2010-2011 no solo fue Castilla y León la que forzó la supresión de la panga de los comedores escolares. Otras autonomías como País Vasco fueron muy beligerantes con las empresas que servían en los centros educativos.
El motivo, un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios en el que alertaba de la presencia de pesticidas en algunos de los filetes que analizaron. Pesticidas prohibidos en la Unión Europea según la OCU. También apareció una pequeña cantidad de mercurio en dichos pescados.
El mercurio es un metal pesado que se encuentra en diferentes peces, como aseguran también desde la Consejería de Educación. De hecho, en las muestras analizadas por la OCU se admite que el rastro encontrado es la mitad o menos del máximo recomendable.
Finalmente y tras una polémica en el parlamento vasco incluida, las empresas de catering optaron por eliminar la panga de los menús.
En otras autonomías también hubo en aquel momento movilizaciones por parte de diferentes colectivos para conseguir este mismo propósito. En Galicia ya desde 2008 se habla del panga. Los controles oficiales elaborados sobre este pez afirman que no es perjudicial, aunque ciertamente se recomienda no comerlo más de dos veces al mes.
Tema a parte es el relacionado con la decisión de Carrefour de dejar de comercializar este pescado en España. Algo que ya había anunciado en Bélgica y Francia. La empresa aseguró en su momento que esta decisión se ha tomado por las condiciones en poco ecológicas en las que produce el panga.
La huella ecológica de importar decenas de miles de toneladas de este pez desde Vietnam hasta España es alta: las plantas de tratamiento, la energía para la refrigeración y las elevadas cantidades de combustibles destinadas para el transporte.