La Organización Mundial de la Salud ha presentado hoy su estudio Comportamientos relacionados con el alcohol en adolescentes: tendencias y desigualdades en Región Europea de la OMS 2002-2014 en el que certifica un descenso en el consumo del alcohol de los jóvenes europeos de 15 años.
La OMS certifica que existen diferencias culturales en el continente que determinan qué, cuándo y quién consume bebidas alcohólicas. Diferencias que dicen que las chicas beben menos que sus compañeros, también que el consumo habitual de alcohol es más frecuente en los países del sur y de la zona mediterránea, frente a sus pares del centro y, sobre todo, del norte, en donde se emborrachan con más frecuencia.
También hay diferencias en función del nivel económico de las familias. Mientras en el norte existe más prevalencia entre chicos y chicas de clases altas a consumir más alcohol, con más frecuencia, así como a hacerlo a edades más tempranas, en los países del sur, como España, no existe esta prevalencia para los adolescentes de las clases más acomodades y sí ocurre con algo más de frecuencia entre personas de las clases trabajadoras.
La OMS señala que las diferencias culturales a la hora de consumir alcohol tienen un cierto peso en qué tipo de consumo de alcohol se hace. También cómo las políticas que han gravado con más impuestos al alcohol han sido muy efectivas a la hora de mejorar los datos de consumo.
Mientras en el sur de Europa ese descenso que señala la OMS no ha sido muy pronunciado, en los países nórdicos así como en Gran Bretaña e Irlanda, ha sido muy destacado. Entre otras cosas porque las cifras de consumo entre la juventud del norte de Europa partía de una posición muy elevada.
El estudio mide cunco variables: con qué frecuencia se bebe, qué se bebe, tendencias en relación a las borracheras, consumo y borracheras tempranos y desigualdades en el consumo y las borracheras. Todo ello desagregado por zonas geográficas y género. Y lo hace con datos de 36 países y desde 2002 (estudia también 2006, 2010 y 2014 hasta la fecha).
España se encuentra entre los países con menor prevalencia en el consumo semanal tanto en chicos como en chicas. Aunque es cierto que ellos lo hacen más (10%) que ellas (7%).
Especialmente preocupantes son las cifras para Europa del consumo temprano, es decir, que se produce con 13 años o menos. una cuarta parte de los jóvenes del continente han comenzado a beber a esas edades. A lo que se suma que 10% del total ya había tenido a los 13 una borrachera al menos. Los porcentajes para ellos son mayores.
Aún así, destaca que desde 2002 el consumo precoz ha pasado del 46% hasta el 28% del último estudio. También descendieron de manera importante las borracheras a los 13 años, desde el 17 hasta el 8%.
En España estos porcentajes se mantienen ligeramente por debajo de la media. Además, en la zona sur y mediterránea de Europa todas las cifras se han mantenido en la parte más baja desde 2002.
La OMS relaciona un más precoz comienzo en el consumo con una mayor cantidad de problemas de todo tipo derivados del alcohol. Entre otras cuestiones habla del impacto de estas sustancias en el cerebro en un momenot, la adolescencia, en el que se producen importantes cambios en su morfología.
En cuanto a qué se consume, con diferencia, es la cerveza en prácticamente todo el continente. Con ligeras variaciones.
A la cerveza se suma el consumo de bebidas espirituosas, más frecuente entre los jóvenes del sur y el mediterráneo, a pesar de lo cual, este sector joven es el que menos borracheras tiene.
Las cifras son consecuentes con las recogidas por la Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias
en España. En su último estudio de 2016-2017 registró que el 21,5% de los jóvenes de entre 14 y 18 años había tenido alguna borrachera en el último mes. Una cifra que llegó al 35,6% en el año 2010 y que no ha dejado de bajar desde entonces.
En general los jóvenes españoles beben más cerveza los días de diario. Los combinados más en fin de semana, aunque la cerveza es la segunda bebida más consumida. No existen demasiadas diferencias entre géneros a la hora de tener borracheras. La convergencia, además, se produce en todas las edades, desde los 14 hasta los 18 años.
Esta población consigue alcohol, a pesar de su minoría de edad, en bares principalmente. También en tiendas de barrio, en discotecas e hipermercados en mayor medida.