El último documento elaborado por el Consejo Escolar del Estado (CEE) ha levantado mucho revuelo en las redes sociales ante las primeras informaciones publicadas en la tarde de ayer cuando se dijo que el organismo, consultivo, no defiende el aprobado general del curso y sí que se continúe con normalidad.
El texto, al que ha tenido acceso este periódico, establece dos escenarios, que pueda volverse a las aulas antes del final de curso previsto, o que haya que esperar hasta el mes de septiembre.
Ninguna de las dos opciones difiere demasiado en relación a cómo se están impartiendo las clases hasta ahora o si ha de continuar el avance de profesorado y alumnado por el currículo.
«Desde comienzos de mayo y hasta que se reanuden las clases», dice el documento, se «sugiere» que administraciones educativas «dispongan lo necesario para que las actividades de aprendizaje que se programen por parte de los centros y los docentes no impliquen el retraso del alumnado que no cuente con medios adecuados para llevarlos a cabo».
El CEE afirma que en este hipotético caso, el trabajo debería centrarse «en el repaso, profundización y afianzamiento de los contenidos y aprendizajes fundamentales» que se hubieran desarrollado desde el mes de septiembre hasta el de abril pasados. En el caso de que desde mayo se pudieran reanudar en algún momento, el órgano consultivo sugiere «una reducción y condensación de los currículos orientada al desarrollo de los aprendizajes fundamentales y las competencias básicas».
En cualquier caso, el CEE cree que el curso no debería prolongarse, ni las clases ni las evaluaciones, al mes de julio. Alega que el esfuerzo del profesorado y del alumnado en estas semanas y en las que vienen, «ahora no están de vacaciones y la carga que han tenido que soportar también exige un tiempo normal de descanso».
Evaluación
Dentro del escenario en el que todo el alumnado y el profesorado pudiese volver a las aulas, el Consejo Escolar entiende que las evaluaciones del último tramo del curso deben tener en cuenta el trabajo realizado en las casas, así como aquello que pueda impartirse en los centros educativos en las últimas semanas. Estas evaluaciones deberían realizarse sobre la «valoración de los desempeños», así con «informes personalizados de los alumnos» que deberían tener en cuenta las posibles dificultades que el alumnado hubiera tenido para acceder a medios tecnológicos para desarrollarlos.
El documento del Consejo Escolar incurre en ciertas contradicciones. Mientras que la propuesta de CANAE de realizar una aprobado general, como el decretado en los últimos días en Italia, asegura que «la brecha digital no puede ser la causa de una evaluación negativa de los aprendizajes y las competencias». Podría inferirse de esto que un cierto porcentaje de alumnado que no ha tenido acceso, o muy precario, a los medios tecnológicos y a internet así como a los contenidos «impartidos» por sus docentes, no deberían suspender.
El Consejo Escolar también señala que la repetición de curso en estas circunstancias, así como la evaluación negativa, «deben ser también recursos realmente extraordinarios» (la ley educativa ya contempla que la repetición debe ser extraordinaria). «En ningún caso, continúa el documento, la no realización de las tareas en casa servirá para perjudicar al alumnado que no ha podido realizarlas de forma adecuada».
En el caso de que, contempla el CEE, no pueda volverse a las aulas hasta el mes de septiembre, todo lo relacionado con el trabajo en casa o con la evaluación contemplado en el escenario de la vuelta a las aulas, habrían de mantenerse.
Personal docente y no docente
Uno de los problemas que han estado denunciando en los últimos días algunos sindicatos tiene que ver con el hecho de que las bajas que se han estado produciendo entre el profesorado en las últimas semanas no se han visto cubiertas por personal interino. El Consejo Escolar del Estado defiende «el mantenimiento de todos los docentes, personal complementario y de apoyo, personal de administración y servicios, así como los sistemas de provisión de sustituciones, pues en estas circunstancias también son necesarios».
Al mismo tiempo, el órgano consultivo dice que «sería conveniente» que las autoridades educativas fueran flexibles con las nuevas formas de organizarse que han tenido que adoptar docentes y centros educativos para poder dar respuesta a las difíciles circunstancias en las que están desarrollando su labor en las últimas semanas.