Que la tecnología e Internet son importantes para los jóvenes es una obviedad que no debería decirse. Lo son como lo son también para el mundo adulto. Se divierten y se relacionan en alta medida a través de las pantallas de todo tipo de dispositivos.
Unicef ha querido echar un vistazo, eso sí, al modo en que lo hacen mediante una macroencuesta a más de 50.000 chicas y chicos de todo el país. De media, tienen el primer móvil en sus manos con 11 años de edad. El 98% tiene wifi en casa, el 94,8 tiene el móvil conectado a Internet y el 90,8% de los encuestados se conecta todos o casi todos los días.
La mitad pasan 5 horas diaras, durante el fin de semana, a navegar por Internet. El 31,5% pasa ese tiempo conectado entre semana. Una quinta parte lo hace a partir de las 12 de la noche prácticamente a diario. Casi el 60% duermen con el móvil o la tablet en la habitación; una cifra similar a la de quienes llevan el teléfono a clase. El 6,7% lo utilizan en el aula para usos no educativos.
Redes sociales
Las redes sociales ya son parte de la cultura en todos los niveles. Seguramente, más para las y los jóvenes y adolescentes por aquello de que están en edades en las que crear relaciones con iguales es la actividad más importante, prácticamente, de las que tienen por delante cada día.
Tanto es así que la práctica totalidad de las y los jóvenes encuestados (98,5%) tienen perfil en una red sodial y el 83,5% los tienen en tres o más. El 60% tienen más de un perfil en la misma red. Y, además de las redes sociales, están también las aplicaciones de mensajería instantánea: el 99% utiliza una o más de estas aplicaciones. Casi el 50% usan tres o más.
Según el informe de Unicef, el que tengan más de un perfil en las redes se debe a la diferente utilización que hacen de ellos: bien sea para relacionarse con la familia o con el grupo de iguales.
Riesgos
La motivación para que chicas y chicos estén en Internet es muy variopinta y saca a la luz algunas cuestiones dignas de reflexión en relación a la vida que tienen. El 27% las utiliza para ser más popular; prácticamente el mismo porcentaje, para ser aceptado. El 33% para mostrarse como es. El 44% para no sentirse solo y el 58% para hacer amistades.
El hecho de en buena medida las utilicen para relacionarse con las y los demás, unido al hecho de que en ciertos porcentajes sienten miedo (24,7%), angustia (19,7%), soledad (23,5%), inseguridad (27.9%) o exclusión (13,5%), puede llevar a que vivan situaciones de riesgo.
Se trata de riesgos de sobra conocidos: ciberacoso, contacto con extraños, chantaje o extorsión o el acceso a contenidos inadecuados.
A tanto llega el riesgo que el 42% de quienes respondieron a la encuesta han recibido mensajes de otras personas con contenido sexual o erótico (el 13,8% los han enviado). Al mismo tiempo, el 26,8% ha recibido este tipo de material por parte de alguno de sus contactos y el 11,4% se ha sentido presionado para enviar imágenes o vídeos suyos con contenido erótico o sexual. El 8% lo ha hecho. Y un 3,7% han sido chantajeado en relación a este tipo de contenido. Según los responsables del estudio, estos datos demuestran que las conductas relacionadas con el sexting son cada vez más habituales
En relación al ciberacoso, los responsables del estudio de Unicef utilizan las cifras del ECIP-Q (European Ciberbullying Intervention Project Questionnaire) elaborado en 2015. De él se desprende que en Internet, el 10.7% de los usuarios jóvenes son víctimas de acoso, mientras que el 11,8% es víctima y agrasor. Las chicas son en mayor medida víctimas «puras», un 12,7%, mientras que los chicos sono víctimas y agresores en mayor porcentaje: 13,8%. Todo eso, al mismo tiempo que la mayor parte de todos estos chicos y chicas no son conscientes de sufrirlo: solo el 2,2%, sostiene el informe de Unicef, diría que sufre ciberacoso.
Capítulo aparte merecen otros riesgos, como el del juego online y las apuestas. Según los datos de Unicef, el 3,6% de las y los estudiantes de secundaria obligatoria ha jugado online o apostado dinero alguna vez, es decir, unas 70.000 personas. Las razones tienen mucho que ver con las de quienes hacen esto en locales de apuestas físicos: ganar dinero, divertirse y pasar el rato con los amigos. A esto se suma la creencia de que es fácil ganar dinero apostando en Internet.
Según la información que han facilitado las y los jóvenes se desprende que las formas más comunes de juego online son: las apuestas deportivas (31,5%); el póker online (20,6%); el bingo (12,1%); tragaperras o ruleta (10,8%); blackjack (9,8%) y el rasca (9,5%).
Frente a todo esto, el escaso control parental en el uso de las tecnologías y de Internet. Solo el 13,2% de las familias limitan el acceso a contenidos; el 23,9% limitan las horas de uso; el 29,1% ponen alguna norma sobre el uso de la Red; 15,3% castigan con el uso del móvil o la tablet y, en último lugar, el 36,8% de los chavales utilizan dispositivos durante las comidas.
Estos comportamientos suponen que el 25% de los encuestados aseguren que tienen discusiones por el uso de las tecnologías al menos una vez a la semana.
Educación
El estudio comenzó en el mes de marzo de 2020 y se ha estado desarrollando durante buena parte del momento de postconfinamiento. De esta manera, hay información sobre el desarrollo del curso educativo en semipresencialidad, una modalidad que han vivido muchas y muchos estudiantes de la ESO por todo el país.
La nota no es buena. El 39% la califica de regular, mientras que el 22,3% dice que ha sido mala o muy mala. Entre lo positivo, el que el 90% tuviera los medios necesarios para seguir las clases y el conocimiento suficiente (87,8%). Eso sí, el 72,3% se ha sentido sobrecargado o desbordado; casi el 40% ha tenido problemas para hacer exámenes o entregar tareas. Un porcentaje casi idéntico de quienes han sentido inseguridad ante la cámara. El 41% cree que ha aprendido lo necesario y el 43% cree que es una buena forma de aprender