Sinopsis
Amaya de Miguel nos ofrece caminos que pueden dar respuesta a la vida cotidiana en familia desde el punto de vista de la crianza y la adolescencia, aunque se centra más en los problemas de los primeros años: gestión de enfados, peleas entre hermanos, el tema de los deberes escolares en casa, el orden, las pantallas… Incluye también herramientas de “disciplina juguetona” que a través del juego, canciones y humor pueden resultar recursos eficaces para solucionar las situaciones más difíciles y complicadas del día a día, para reducir la tensión emocional y para conseguir que los niños y las niñas interioricen las conductas positivas.
Amaya de Miguel Sanz es licenciada en Historia del Arte y Filología Hispánica. Antes de dedicarse a guiar a padres y madres, encadenó varios puestos de dirección en instituciones culturales, tanto en España como en los Estados Unidos. También ha dado clases de arte en universidades americanas y en los mejores museos de España. Oriunda de Valladolid, ha vivido en varios países y actualmente está radicada en Roma.
Amaya de Miguel es experta en educación positiva. Es fundadora de Relájate y Educa, una escuela online por la que han pasado cientos de padres y madres y que tiene mucho éxito en redes sociales. Ha escrito un libro con el mismo título: Relájate y educa. Soluciones eficaces para los conflictos cotidianos (Plataforma Editorial, 2021) en el que explica en clave práctica algunas herramientas para lograr una buena convivencia dentro de la familia.
Reseña
Un libro necesario para las familias que se encuentren en apuros. Nadie nos enseña a ser padres ni madres y, a veces, nos encontramos con situaciones embarazosas a las que no sabemos darles una salida que vaya en beneficio de nuestros hijos e hijas.
“Nosotros, los adultos que tenemos niños a nuestro cargo, podemos encontrar la mejor melodía para que nuestros hijos nos sigan. Las canciones, los juegos, hacer el payaso y los cuentos son melodías muy eficaces y que, además, generan un vínculo fuerte entre el adulto y el niño”.
Se trata de crear vínculos de equipo, de familia, de pertenencia al grupo… de esta forma el clima de convivencia será más sencillo y todos giraremos en torno a objetivos comunes que harán engrandecer a los menores, en la confianza del respaldo familiar que tiene detrás y que no lo va a dejar tirado, lo va a entender y le va a ayudar ante los problemas que le vayan sobreviniendo.
Lo importante es que veamos que nuestros niños y niñas tienen dificultades, cada edad tiene las suyas, pero que nos quede claro que ellos no son el problema. En algunos casos se trata de falta de madurez, en otros están exigiendo nuestra atención, en alguna ocasión tienen problemas en la escuela con los maestros o con los compañeros… pero siempre debemos estar a su lado, con cariño y respeto para resolver cualquier dificultad.
En el libro se ponen muchos ejemplos de lo que es la rutina familiar y cómo tratarla para dar ese cambio con el que queremos que nuestra convivencia mejore. Trata los problemas desde el punto de vista de la pedagogía positiva, haciendo que sea el propio niño o niña el que se involucre en dar soluciones y de esta forma se sienta partícipe de su propio desarrollo personal, sin dejar de lado la firmeza del adulto en las actuaciones, una vez consensuadas las normas que nos guíen en nuestra familia.
Las herramientas que se nos presentan en este libro van a ayudarnos a conseguir que tus hijos aprendan y hagan suya la conducta positiva porque así conseguiremos que la interioricen y esta motivación interna perdure en el tiempo.
Nos dice la autora que la clave está en empezar a hacer las cosas de otra manera. En cambiar las estructuras que no funcionan y sustituirlas por otras. En renovar tus recursos. Se trata de abordar las situaciones cotidianas difíciles desde un ángulo nuevo. En el momento que el adulto cambia su manera de afrontar un conflicto, cambia también la reacción del niño.
Nos dice Amaya que todas las preguntas y comentarios que aparecen en el libro son reales, algunas son síntesis de muchas preguntas repetidas y otras son transcripciones literales de las consultas que le han hecho. Sus respuestas están elaboradas a partir de las bases de la pedagogía que sigue: el respeto profundo, el juego, la comprensión de tu hijo, la firmeza y la consistencia y, sobre todo, el amor visible.
A lo largo del libro te encontrarás con un símbolo que te indica estrategias de “disciplina juguetona” que se basan en el sentido del humor, el juego, las canciones y los cuentos.
“La disciplina juguetona es una estrategia pacífica que fortalece el vínculo con los niños y los hace sentirse atendidos, queridos y respetados mientras se los guía hacia las conductas positivas”.
Creo que este libro puede venir muy bien a las familias para salir del bucle en que se encuentran las soluciones repetitivas que no dan resultado y que cada vez van perjudicando más el ambiente familiar. El lenguaje es muy cercano y es entretenido verte reflejada en las situaciones que plantean otras familias, es decir, nos va a ayudar de todas formas.
Nos dice Amaya en el Epílogo que de los cientos de adultos que han conseguido construir una familia en armonía ha aprendido algo, y es que lo más importante para lograr el cambio es la transformación del adulto en cinco áreas:
• Pasar de centrarse en la conducta del niño a centrarse en construir un buen vínculo con él.
• Pasar de actuar regañando ante las equivocaciones a actuar siendo un guía que acompaña y muestra el camino que seguir.
• Pasar de considerar a la niña una enemiga a la que debo vencer a verla como una niña que necesita ayuda para superar sus dificultades.
• Pasar del lenguaje basado en la hostilidad (gritos, castigos, amenazas, chantajes y premios) a un lenguaje basado en la conexión y la alegría.
• Pasar de una vida en la que las prioridades son externas a una vida en la que se priorizan las necesidades emocionales de todos, incluidas las de los padres y las madres.
Para saber más
Amaya de Miguel presenta su libro Relájate y educa
Lucía M. Quiroga entrevista a Amaya de Miguel en el Diario.es
Reseña de Dolores Álvarez del libro de Pedagogía positiva de A. Akoun e I. Pailleau