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Álava, La Rioja y Madrid se han convertido en territorios de «contagio comunitario», lo que ha llevado a las administraciones sanitarias y educativas correspondientes a echar el cierre a todos aquellos centros donde se desarrolla actividad educativa (centros públicos y privados) en un intento por frenar los contagios entre la población.
Tras el cierre decretado por el Gobierno vasco en la ciudad de Vitoria del pasado lunes a mediodía (que abrió el camino a que Madrid se plantease el cierre total) le ha llegado el turno a toda la provincia. Alrededor de 64.000 niñas, niños y adolescentes no podrán acudir a sus aulas en estos días. Sin contar con el alumnado universitario.
Prácticamente al mismo tiempo, La Rioja decidió también cerrar la actividad docente durante las próximas dos semanas. La ciudad de Haro se había convertio en uno de los principales puntos de contagio (un funeral con decenas de asistentes parece ser el orifen de buena parte de los contagios también en Vitoria y Álava). Según la Administración educativa riojana unos 49.000 niños, niñas y adolescentes dejaron de asistir a sus aulas con regularidad a partir de ayer miércoles. Sin contar las enseñanzas universitarias