El presidente Pedro Sánchez anunció, por sorpresa, el pasado domingo que de los 16.000 millones de euros no reembolsables que destinaría el Gobierno a las CCAA para la recuperación tras el confinamiento por COVID-19, 2.000 estarían dedicados a la educación.
Todavía nadie sabe para qué serán, aunque los sindicatos exigen que una buena parte se dedique a la contratación de personal docente que pueda hacer frente a la posibilidad de reducir las ratios en los centros y así descongestionar la labor que han venido realizando los cerca de 700.000 docentes.
Frente a esto, varios responsables autonómicos han puesto sobre la mesa su intención de comenzar el próximo curso con los mismos mimbres que el anterior, es decir, como si nada hubiera pasado. La inversión necesaria para la contratación de nuevo personal parece imposible. La multiplicación de espacios dentro de los colegios e institutos podría ser una solución si en la mayor parte de ellos no se estuvieran utilizando ya desde hace años bibliotecas, salones de actos o gimnasios para descongestionar aulas saturadas desde hace años.
En 2017 un estudio del BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) recogía la difícil situación de las infraestructuras educativas (y sanitarias) en España (y en las CCAA) tras años de recortes en la inversión pública, reducida, de media, un 55% entre 2009 y 2015. Un informe en el que se aseguraba que «se ha producido un deterioro de las dotaciones de infraestructuras educativas y sanitarias disponibles que afecta a la calidad de los servicios prestados a los ciudadanos».
Los sistemas educativos lo tenían complicado para predecir la afectación de la pandemia y poco margen de maniobra habrían tenido para dar un cambio de rumbo a la situación. Pero lo cierto es que poco o nada se ha hecho en los últimos años para mejorar la situación.
En cualquier caso, esos 2.000 millones serán repartidos, según fuentes del Ministerio Educación, siguiendo un criterio de población.
De esta gráfica se deduce que la mayor parte de los 2.000 millones, si efectivamente son repartidos siguiendo criterios de población, quedarían en Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia. Estas cuatro autonomías suman cerca del 60% de la población del país, y si el gasto previsto por el Gobierno central sigue la misma regla, recibirían 1.177 millones de euros.
Por delante, la duda de lo que pasará con los Fondos Europeos para la Reconstrucción. Hasta la fecha, el proyecto de la Comisión Europea era un fondo de 750.000 millones. De estos, 140.446 serían para España, de los cuales 77.324 serían transferencias directas y el resto, préstamos. Hoy por hoy, los jefes de Estado y de Gobierno están discutiendo la propuesta que, además, tendrá que pasar por el Parlamento Europeo.
La incógnita es, claro, si algo de todo esto acabaría revirtiendo en el sistema educativo. Y, de ser así, cuál sería la cifra finalmente.
Septiembre, escenarios posibles
Hace prácticamente un mes, la última Conferencia Sectorial de Educación decidió que se formara un grupo de trabajo, con un integrante designado por cada territorio, con la idea de hacer recomendaciones de cara a la vuelta a las aulas el próximo mes de septiembre.
Este es, en realidad, el asunto principal que se tratará en la Sectorial de mañana. Todo son incógnitas mientras crecen las dudas sobre la capacidad de aumentar las inversiones por parte de las administraciones educativas autonómicas.
Como ya se anunció entonces, el grupo trabaja sobre tres escenarios posibles: vuelta a las aulas sin distancia social, vuelta con distancia social o imposibilidad de educación presencial. Y, según las declaraciones de buena parte de los responsables autonómicos y educativos que se han pronunciado en los últimos días, el escenario primero es el más claro.
En cualquier caso, está previsto que hagan público el resultado de su trabajo antes de las vacaciones de verano. A pesar de lo cual, muchos representantes autonómicos ya están lanzando la idea de una vuelta «normal» a las aulas, sin más medida que la de la utilización de mascarillas y la redacción de protocolos en el caso de que se detectaran nuevos brotes.
De hecho, algunas autonomías, como Andalucía, ya han enviado instrucciones a sus centros sobre cómo preparar el inicio edl nuevo curso.