La situación del personal interino en España es más compleja de lo que un querría asumir. Al menos, el de educación. En este caso, las y los interinos de la especialidad de primaria de tres comunidades autónomas, sobre todo, han empezado a alzar la voz ante lo que describen como la extinción de la especialidad. Incipiente, tal vez, pero clara.
Quienes lo están viviendo de primera mano son las y los interinos que en su momento decidieron estudiar magisterio y no hacer ninguna mención específica de Educación Física, Música, AL, PT, Idioma… Es el caso de Óscar Antunez, docente en Extremadura que, según comenta, quiso hacer primaria porque era lo que le gustaba. «No me gusta la Música ni los idiomas ni Educación Física». Ahora se encuentra con que, como en el caso de Madrid y Andalucía, personas como él son los últimos de la fila.
Explica que, por ejemplo, la persona que ocupa el primer puesto en la lista de interinos para cubrir puestos, llegado el inicio de curso no tenía trabajo. Según Antunez, para estar en esa posición tienes que tener el máximo de puntos posibles por experiencia, más de 10 años de trabajo.
Lo mismo sucede en Andalucía. Allí, Cristina Sáenz, maestra y representante de la plataforma que protesta en aquella comunidad por esta situación, asegura que en la lista de interinas para todas las especialidades de primaria, en donde hay 14.000 personas apuntadas, las 780 primeras de la especialidad de primaria tienen más de 10 de experiencia. Aún así, se ven desbancadas por otras y otros compañeros.
RD 1594/2011
La culpa de todo es de Yoko Ono, cantaban Def Con Dos. En este caso, la culpa es del Real Decreto 1594/2011 que estableció, en su momento las especialidades docentes en el Cuerpo de Maestros. Todo el mundo lo conocerá, pero algunos de sus efectos pasan más o menos desapercibidos, o silenciados, para mucha gente.
«El profesorado del Cuerpo de Maestros con la especialidad de «Educación Primaria» tendrá competencia docente en todas las áreas de este nivel. Para impartir la música, la educación física, las lenguas cooficiales y las lenguas extranjeras se requerirá además estar en posesión de la especialidad correspondiente». Así reza el artílo 3.2 que establece las tareas de las diferentes especialidades.
Y el 3.3 va un poco más allá y pone las bases para que se frague la situación actual: «El profesorado del Cuerpo de Maestros con las especialidades de las diferentes Lenguas Extranjeras, Educación Física y Música, impartirá las áreas de su especialidad y podrá impartir las áreas propias de la especialidad de «Educación Primaria»».
Ese «podrá impartir» abrió la puerta para que las administraciones educativas autonómicas, sobre todo Andalucía, Madrid y Extremadura, hayan comenzado lo que las y los afectados han dado en llamar el «dos por uno». Es decir, alguien que estudió la especialidad de Música en la universidad, que después se preparó unas oposiciones para cubrir esa plaza, se está encontrando (cada vez en más casos) que llega al centro y, por supuesto, da sus clases de Música a todo el centro. Que pueden ser un par de cientos de chavalas y chavales, 12 horas. Le quedan todavía unas cuantas horas que dar.
En otros momentos podría encontrarse con una media jornada o con tener que itinerar por centros cercanos para completar su jornada laboral. La situación en estos territorios es que, además de su especialidad, se le ofrecen las tutorías u otras materias (Matemáticas, Lengua, Sociales, Naturales) para completar ese horario. El centro se ha ahorrado un especialista en primaria. El de Música tendrá que asumir el papeleo y el trabajo de dos maestros, por el precio de uno.
La culta, en cualquier caso, no es de la dirección del centro. Óscar Antúnez, Cristina Sáenz y Maria Rodríguez (compañera en Madrid de los dos primeros), explican la misma situación en las tres autonomías. La dirección hace su solicitud de necesidades docentes en julio. La administración la recibe y devuelve el cupo para el próximo curso. Por supuesto, una cosa no suele coincidir con la otra, de manera que, finalmente, con los mimbres que tienen los equipos directivos, se montan los mejores cestos posibles. El 2 por 1 está servidos. Incluso, el 3 por 1.
Como explica Sáenz, puede darse el caso, como ha sucedido en Andalucía, que alguien con la mención de Música, también tenga la habilitación de inglés. Esto abre la puerta a que dé Música a todo el centro, algunas materias en inglés y asuma alguna tutoría al mismo tiempo. Según los datos que manejan desde la plataforma @XPRimaria038, entre el curso 2016-17 y el actual, se han perdido más de 3.000 plazas de la especialidad de primaria cubiertas por otras.
No es contra los compañeros
María Rodríguez, al igual que sus compañeros de Andalucía y Extremadura, quiere dejar claro que lo que están reclamando desde las diferentes plataformas no es «en contra» de las y los compañeros de otras especialidades que, en muchos casos, se ven en la obligación de impartir unas materias o asumir unas tutorías que no les interesan. Pero el trabajo manda.
Insisten los tres en que lo que reclaman es que se dote de nuevo a la especialidad de primaria de su peso específico y que quienes tengas otras especialidades puedan ceñirse a ellas. Entre otras cosas porque es complicado hacer programaciones para la especialidad, para materias en las que no se especializaron y, además, si les toca una tutoría, tener que hacer trabajo de atención a la diversidad y reuniones con las familias.
Sostienen, además, que en las oposiciones los temarios que han de estudiar y defender unas especialidades y otras no son los mismos, de manera que no debería exigirse a las y los aspirantes el conocimiento para asumir otras funciones que no fueran las estrictas de la especialidad.
En los tres casos han hablado con partidos políticos, representantes de las administraciones educativas autonómicas y sindicatos de toda condición. Han recibido, según relatan, buenas palabras de todos el mundo; reconocimiento de la situación y, en algunos casos, el compromiso de estudiar los casos para buscar posibles salidas.
En lso tres casos tienen claro que se trata de un ahorro de costes en personal que lo que acabará consiguiendo será la desaparición de la propia especialidad de educacación primaria. Y todo gracias a un articulado que pretendía, según parece, dar respuesta a situaciones excepcionales pero que ha dejado en manos de las autonomías hacer de la excepción, la norma.