El 30 de enero es el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. La educación para la paz en los centros educativos no se puede quedar en la celebración aislada de un día. Debe ser una constante a lo largo de todos los días, en todos los momentos y asignaturas, por parte de todo el profesorado y la comunidad educativa.
Por eso debería figurar en grandes carteles llamativos en las entradas de todos los centros de este país: “en este centro se educa en y para la paz” (en vez de centro bilingüe u otras “excelencias” similares, como hay actualmente). Desde educación infantil hasta la Universidad.
Al igual que debería ser un componente esencial de todas las actividades escolares, complementarias y extraescolares que se proponen en los centros educativos (al igual que la visión de género), en todas las materias, tareas y ejercicios escolares, en los patios escolares, en la formación del profesorado, de las familias y los estudiantes.
La paz es un derecho humano esencial. La paz justa. No la “paz” que venden los fabricantes de armamento con el cínico lema: “si quieres la paz, prepara la guerra”. Que solo sirve para justificar la industria bélica y el incremento del gasto militar. Recordemos que el gasto militar se ha duplicado en 20 años y batió un nuevo récord con el Gobierno de Pedro Sánchez, destinando el equivalente a siete veces el dinero destinado al Ingreso Mínimo Vital y cuatro veces superior a los recursos totales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Siendo este gobierno quien más ha incrementado el gasto militar, aumentando así la deuda pública de forma exponencial.
Si preparas la guerra, la acabarás provocando en un lugar u otro, puesto que necesitas consumir todo ese material que has generado. De ahí que los gobiernos neoliberales alientan el discurso del miedo y la seguridad, para “normalizar” la barbarie. Aunque el mismo Papa Francisco y el exdirector general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza recuerdan que las guerras y quienes las financian son la causa principal de los atentados y del drama de los refugiados y refugiadas, porque “los fabricantes de armas quieren sangre y no paz”.
Por eso es indignante que, a pesar de que se han multiplicado las manifestaciones masivas de la población por toda España desde octubre de 2023, en las calles y en los centros educativos, para exigir al Gobierno que abandere una solución de paz en Oriente Medio, vemos cómo éste sigue amparándose en un silencio cómplice, o involucrándose directamente en apoyar los intereses de la industria militar y la geopolítica de Estados Unidos, como si fuésemos su colonia.
Qué ejemplo está dando nuestro gobierno a los jóvenes, a las familias y a toda la comunidad educativa, diciendo en las leyes que hay que educar para la paz en los centros e instituciones educativas, mientras está incumpliendo legislación estatal e internacional al mantener el comercio de armas con Israel y no haciendo todo lo posible por evitar el genocidio contra el pueblo palestino.
La crueldad de este nuevo Holocausto no tiene precedentes, con más de 30.000 personas asesinadas ante los ojos y la inacción de la comunidad internacional, de las cuales más de 10.000 son niños y niñas, que han muerto en ataques, y que están siendo asesinados sistemática y organizadamente mediante el hambre y las enfermedades, porque el régimen sionista utiliza el agua, la alimentación, la desnutrición y la hambruna como arma de guerra. Como sostienen las organizaciones que trabajan sobre el terreno, la estampa sencillamente es indescriptible.
Cómo vamos a educar para la paz si nuestro propio gobierno no está aplicando “medidas eficaces” contra el régimen sionista israelí que lleva bombardeando de manera intencionada y sistemática la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre, sometida a un bloqueo asfixiante e ilegal desde hace más de 16 años. Porque esta barbarie no se detiene con buenas palabras, sino con acciones concretas: sanciones a Israel, boicot a todos sus productos, bloqueo comercial y político e interposición de una fuerza armada que detenga definitivamente la ocupación de Palestina durante más de 75 años y el «genocidio televisado» actual.
La impunidad del régimen de Israel solo se entiende con la complicidad y la inacción de nuestras instituciones, así como la falta de consecuencias y sanciones por una ocupación de más de 75 años y por el holocausto televisado al que asistimos actualmente, a pesar de que decenas de estados han condenado públicamente el genocidio en Palestina, así como la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal de la ONU.
Por eso Estados Unidos, para desviar la atención, ha emprendido una campaña para cortar la financiación a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), la única organización que ayuda a la población palestina ante la barbarie sionista, forzando incluso a otros nueve países, satélites de los intereses coloniales de USA, para que suspendan también su financiación.
Difícilmente se puede promover en nuestros centros educativos la educación para la paz este 30 de enero si nuestro gobierno no se involucra de forma clara y aplica medidas concretas para parar este nuevo Holocausto en Palestina y fuerza a la UE a enfrentarse con Estados Unidos y al régimen israelí para establecer una solución justa definitiva.
A pesar de ello o quizás por eso este 30 de enero, más que nunca, debemos comprometernos en cada centro educativo, en cada universidad, por parte de cada alumno y alumna, de cada profesor y profesora, de cada padre y madre, para exigir a nuestro gobierno que ponga fin a este genocidio y apoye a la ONU en una solución duradera en un país donde puedan convivir sus habitantes con justicia e igualdad de derechos, al margen de su origen y de la religión que tengan.
Esto sí sería educar en y para la paz. Las demás acciones pueden ser importante y necesarias para concienciar en la paz justa, pero hoy y ahora esta debe ser la prioridad en nuestros centros educativos y en nuestro país. Parar el genocidio palestino.
2 comentarios
Es lo q me preguntó, ¿ si las gentes, el pueblo, desde el 7 de octubre del 2023, estamos en la calle pidiendo, pidiendo q pare esta barbarie, POR QUÉ ESTE GOBIERNO NO HACE NADA ???
DESDE LUEGO NO EN MI NOMBRE
LE SUPLICO, LE EXIJO AL GOBIERNO QUE NO MIRE PARA OTRO LADO, QUE COLABORE PARA PARAR ESTE GENOCIDIO !!!
Magnífico texto! es una vergüenza lo que estamos viviendo. Un holocausto transmitido en directo! Todos los centros escolares deberían implicarse en concienciar al alumnado y visibilizar acciones de protesta.