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Sinopsis
Este libro se dirige de manera especial a docentes en activo que buscan modelos e instrumentos para mejorar su práctica de aula como profesionales expertos, reflexivos, indagadores y miembros de una comunidad de aprendizaje.
Su objetivo es facilitar la comprensión del profesorado acerca de qué son las evidencias en educación y su acercamiento al análisis de evidencias disponibles que pueden orientar su toma de decisiones.
Pretende también proporcionar a los educadores herramientas para la incorporación de las evidencias a la mejora continua de la labor docente y la generación propia de “evidencia situada” en su contexto educativo.
Autores:


Juan G. Fernández lleva quince años como tutor y docente de Secundaria y Bachillerato. Actualmente está terminando un doctorado en Psicología en la UAM. En el afán de acercar la investigación educativa a los docentes y familias, es el creador de la web https://investigaciondocente.com/, en la que divulga artículos y libros de referencia sobre educación, enseñanza y aprendizaje. Es coautor de La evaluación formativa y autor de Educar en la complejidad y En blanco: cómo focalizar la atención, la memoria, y la motivación para aprender.
Francesc Gomila es licenciado en Física, tiene formación de posgrado en Teoría Social Moderna (Ética, Política, Economía) y en Competencias en Educación. Empezó como docente de Secundaria en 1991. En estos años ha sido esencialmente profesor de Física, Matemáticas y del Trabajo de Investigación, además de ejercer de tutor y tener diversas responsabilidades como miembro de equipos directivos. Es formador de docentes y asesor de instituciones y centros en procesos de cambio e innovación.
Reseña
Pienso que la educación es algo tan vivo que nunca se termina de aprender, no entiendo a esa gente que se dan el lote de estudiar para las oposiciones y una vez que la sacan se echan a dormir. Cuando entras en un aula es cuando empiezas a aprender, cuando puedes practicar lo que has aprendido en teoría, cuando te das cuenta que no todo debe ser impartir conocimientos, cuando te percatas de que las personas que están en el aula tienen cada una su problemática y hay que acercarse a ellas para entenderlas… El compromiso docente con la formación debe permanecer a lo largo de tu vida activa, debemos tener en cuenta los avances de las investigaciones y de la ciencia para que nuestra actividad en el aula se ajuste cada día más a ponernos en el camino de una educación transformadora que tiene en cuenta a la sociedad y al entorno más cercano.
Nos dicen Fernández y Gomila, mencionando a Thomm et al., que el cambio hacia un enfoque basado en evidencias requiere una transformación epistemológica en la manera en que los docentes perciben y utilizan el conocimiento. Para abordar los retos educativos debemos incluir conocimientos derivados de la investigación científica. Este cambio implica: Adopción de una actitud crítica; Reconocimiento del valor de las ciencias de la educación; Formación en evaluación de investigaciones; Integración en la formación inicial y continua; Colaboración entre investigadores y docentes; Recursos accesibles y prácticos.
“Dado que la educación es una actividad eminentemente práctica, los resultados de la investigación serán buenos en tanto en cuanto nos ayuden a mejorar esta práctica, es decir, nos ayuden a mejorar la toma de decisiones en educación”.
La educación informada por evidencias debe tener en cuenta los resultados de las investigaciones educativas en todos los campos de la ciencia porque esto nos va a ayudar a nuestro mejor desarrollo como docentes en beneficio de una educación transformadora. “… adoptar una actitud reflexiva e investigadora sólida sobre los efectos de la práctica educativa, especialmente si es en equipo, es uno de los mejores caminos para el desarrollo profesional docente y para la mejora del proceso de aprendizaje del alumnado”.
La UNESCO ha ido marcando caminos en sus informes por los que ha evolucionado la educación mundial. Comentan los autores que conviene apuntar que en estos documentos se ha ido configurando un marco de sentido para la educación que apuesta por:
- Una educación integral: saber, saber hacer, saber ser y saber convivir.
- Una educación de calidad para todos, en el marco de una escuela inclusiva.
- Una educación considerada como un proyecto público y como un bien común mundial.
- Una educación para la paz, la sostenibilidad y la justicia social, económica y medioambiental.
En cuanto al libro, se lee bien, está bien estructurado, tiene apartados muy útiles como: Para aplicar en el aula, Para ampliar, y ejemplos muy diáfanos y útiles para el desarrollo de nuestra práctica docente. Muy interesante también el repaso que nos da sobre las teorías educativas, la planificación, la motivación, los cuidados, las emociones, las relaciones,, el clima de aula y de centro, los contextos, la profesionalización, las comunidades profesionales de aprendizaje…
En definitiva, un libro con el que los docentes van a aprender, van a reflexionar y van a poder mejorar en su concepción educativa y en su práctica. Es necesario estar continuamente poniéndose al día de las investigaciones y de las propias prácticas que enriquecen la labor educativa.
“Deberíamos incorporar la lectura de libros de pedagogía, de revistas para docentes, de blogs educativos y de grandes síntesis, para empezar a cambiar las preguntas que nos hacemos en nuestras conversaciones, y desplazarlas del ¿qué estamos haciendo? al ¿qué impacto realmente está teniendo lo que hacemos?…”
Para saber más:
- Blog de Juan Fernández “Investigación docente”
- Educar en la complejidad. Juan Fernández. (BBVA. Aprendemos juntos 2030).