España rompe la brecha educativa o España escapa a la bajada generalizada son algunas de las frases que se lanzan desde el Ministerio de Educación para explicar los datos de la última evaluación de PISA, realizada en la primavera de 2015.
El hecho es que salvo la subida de 8 puntos en lectura, los resultados de ciencias y matemáticas permanecen como estaban.
Desde 2009 España, en comprensión lectora, ha subido de 481 puntos, a 488 en 2012 y a 496 en esta edición de 2015. La media de la OCDE se mantiene estable en 493 puntos desde 2009.
En Ciencias, competencia medida especialmente en 2015, la variación española es mínima: 488 (2009), 496 (2012) y 493 (2015). Y la competencia matemática permanece virtualmente inalterada en las tres ediciones: 483, 484 y 486.
A pesar de que los datos no son malos, tampoco mejoran sustancialmente los de la última edición, ni los de la anterios. Pero el ministro Íñigo Méndez de Vigo se mostró satisfecho en la rueda de prensa de presentación de los datos, asegurando que España ha roto la brecha educativa con la media de la OCDE. De hecho, aseguró que «España ha alcanzado (en ciencias) la media por primera vez», a pesar de que las diferencias en esta disciplina nunca fueron significativas estadísticamente hablando, salvo en 2009. La media de la OCDE en competencia científica en 2009 fue de 498; en 2012, de 501, y en 2015 ha sido de 493.
Para expertos como José Saturnino Martínez, sociólogo de la Universidad de La Laguna, que publicaba hace unos días en este periódico un artículo sobre los usos de PISA, es pronto para hacer valoraciones, aunque se muestra sorprendido, más allá de por algunos de los cambios producidos en las autonomías, precisamente por la estabilidad de los resultados de España. «Me sorprende la estabilidad tan grande que hay a pesar de la crisis que hemos vivido y a pesar de que el nivel educativo de las familias cada vez es más alto». Es decir, dados los recortes desde 2010, en personal y, más duros, a partir de 2012, parece que el nivel competencial de los colegios, del sistema educativo, se ha mantenido. También, a pesar de que, efectivamente, las familias van adquiriendo mayores niveles educativos y esto debería influir positivamente en los resultados.
Sin embargo, el secretario de Estado, Marcial Marín, reafirmó que se ha roto la brecha educativa y que esto es debido a las medidas puestas en marcha desde el Gobierno en lo relativo a la autonomía de los centros, autonomía pedagógica, a la evaluación o a las políticas de atención a la diversidad.
Tanto él como el ministro ensalzaron el papel de los docentes en estos resultados. En palabras del ministro Méndez de Vigo «hemos podido romper la brecha educativa gracias a los docentes. Y el Ministerio quiere agradecérselo y contar con ellos para mejorar». Además, aseguró, al contrario que el equipo anterior del Educación, que «el sistema educativo español es un buen sistema que puede mejorar. No hace falta hacer tabla rasa».
Sorpresas
Aunque los resultados generales no han deparado más sorpresas que la provocada por la estabilidad de los datos, en el nivel autonómico hay algunos movimientos importantes en las cifras. Movimientos que no se han querido valorar desde el Ministerio.
Por una parte está la importante subida protagonizada por Cataluña en este último informe PISA. Ha pasado de los 492 puntos en ciencias en 2012 hasta los 504 en esta última edición.
En el lado contrario se encuentra País Vasco, con una bajada significativa y sorprendente dado su nivel socioeconómico y que no ha habido cambios sustanciales en el sistema educativo desde la última edición de la evaluación. En aquella de 2012 alcanzó 506 puntos en ciencias, mientras que en esta ha caído hasta los 484. Una bajada de 22 puntos, lo que en el baremo PISA equivale a medio curso educativo de diferencia en estos tres años. Una situación de difícil explicación, que según Martínez puede tener relación con el hecho de que la muestra autonómica es menor y está, por tanto, sujeta a mayor margen de error.
Junto a la caída de Euskadi hay que hablar de la de Andalucía, que pierde unos cuantos puntos desde 2012, año en el que obtuvo 486 de media, frente a la edición del año pasado, en la que se encuentra en 473.
Resultados por autonomías
Entre las primeras, como en otras ediciones del informe, se encuentran Castilla y León, con 519 puntos; Madrid con 516; Navarra y Galicia con 512 o Aragón, con 508. En el otro extremo, Baleares y Murcia con 485, Euskadi con 484, Canarias con 475, Extremadura con 474 y, finalmente, Andalucía, con 473 puntos.
Estas diferencias autonómicas en compatencia científica hablan de una diferencia territorial marcada y que parece acentuarse en esta edición y que separa a Andalucía y a Castilla y León por el equivalente de un curso entero.
En lectura, Castilla y León (522), Madrid (520), Navarra (514), Galicia (509) y Aragón (506) encabezan la lista autonómica por arriba. Por abajo, Murcia (486), Baleares (485), Canarias (483), Andalucía (479) y Extremadura (475). De nuevo un curso separa a Castilla y León de Extremadura.
En Matemáticas, las diferencias autonómicas aumentan todavía más. En la cabeza están Navarra (518), Castilla y León (506), La Rioja (505), Madrid (503), y Aragón y Cataluña (500). En el otro extremo, Baleares (476), Extremadura (473), Murcia (470), Andalucía (466) y Canarias (452). Supone un curso y medio de diferencia entre el alumnado navarro y el canario en competencia matemática.
Este, la diferencia entre las autonomías, es uno de los problemas más importantes en cuanto a la igualdad de oportunidades del conjunto de la población, puesto que el sistema eduativo no está pudiendo limar los efectos que tiene el nacimiento en determinados lugares.
Equidad
Este es uno de los datos que más ha destacado el Ministerio en su presentación de resultados. El sistema educativo español es muy equitativo. Para demostrar esta hipótesis, desde el Departamento de Méndez de Vigo se insiste en el hecho de que el porcentaje de alumnado rezagado, aquél que está en el nivel 1 o inferior de competencias, es menor en España que en la OCDE.
Ciertamente, ha habido una reducción de estos porcentajes en las tres competencias medidas desde 2012 a 2015. En el caso de la Lectura, la bajada es de dos puntos porcentuales (de 18 a 16). En matemáticas se pasa de un 24% de rezagados a un 22, pero en la competenia científica subimos, del 16 al 18% de alumnado rezagados.
De este alumnado, la mayor parte es repetidor. Una situación que el informe español de PISA señala como un grave problema del sistema educativo que desde hace años señala la OCDE pero al que ninguna administración acaba de poner solución. La repetición en España es la situación del 31% del alumnado total. En la OCDE hay 19 puntos porcentuales menos de repetidores y en la UE, 16. «La situación, dice el informe español, es preocupante en todas las comunidades, desde el 21% de Cataluña al 40% de Baleares», aunque también se insiste, desde el Ministerio, en la ligera disminución de este porcentaje desde 2012. Entre otros efectos que supone la situación de los repetidores se encuentra el hecho de que sus resultados, dice el documento, «son significativamente peores que el de los no repetidores».
Preguntados por las medidas del Ministerio en lo referente tanto a rezagados como a repetidores, el director general de Evaluación, José Luis Blanco, dijo en la rueda de prensa que es competencia de las comunidades autónomas lo relativo a la atención a a la diversidad. Desde su punto de vista, el hecho de que haya menos rezagados puede ser gracias a políticas relativas a un aumento en el número de docentes dedicados a trabajar con este alumnado. A pesar, eso sí, de que en los últimos años todos los sindicatos hablen de ua reducción drástica del número de docentes, de un aumento de la interinidad y de la drástica disminución de las medidas de atención a la diversidad.
Pacto
Durante la presentación de los datos PISA 2015, Méndez de Vigo hizo algunas referencias al pacto por la educación. Además de lanzar un guiño de conciliación al PSOE asgurando que el sistema educativo es un buen sistema con el que no hace falta hacer tabla rasa, habló de mantener lo bueno que tiene.
Se refirió también a la subcomisión de Educación del Congreso y destacó el hecho de que se aprobara con el sí de PP, PSOE y C’s y con la abstención del resto de partidos. «Nadie se ha opuesto de momento, dijo, lo que abre un camino par el pacto».
Cerró su interveción aludiendo a la necesidad de hacer un esfuerzo de inversión. «El pacto, dijo, habrá de serlo también en inversión mirando al futuro. En tiempo de crisis los docentes han hecho un gran esfuerzo para dar una respuesta muy satisfactoria», aseguró.