Muchísimas celebraciones y conmemoraciones internacionales y mundiales. También europeas. Y hay algunas que merece la pena trabajarlas en los centros educativos y relacionarlas con el 25 de noviembre, “Día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer”.
Me consta que en los últimos años en muchos colegios e institutos se conmemora el 25 de noviembre con multitud de actividades visibles: concursos y certámenes, performances, películas, vídeos, música, dibujos, fotografías, dramatizaciones, recopilación de prensa, programas de radio, etc… Menos mal que, al menos, este día resuena en gran parte de las cabezas y de los corazones de las personas que conforman las comunidades educativas, los ecos de una de las injusticias más crueles y extendidas por el mundo: la violencia contra las niñas, las jóvenes y las mujeres por el mero hecho de serlo.
Con estos actos culturales nos ponemos frente al espejo de la violencia de género, que nos afecta a la totalidad de la población, si bien es cierto que a los hombres de distinta forma que a las mujeres. Ellos siguen estando socializados en la competitividad y la agresión verbal o física como propia de la condición masculina a la que deben de aspirar para ser hombres-hombres y ellas se socializan para disculpar, apoyar y dar la razón a los chicos, para aspirar a ser consideradas y amadas por ellos.
Pero ya sabemos que para acabar con la violencia específica contra las mujeres debemos implicarnos la mayor parte de personas posibles, de toda clase y condición y de forma transversal, es decir, a toda hora y con cualquier motivo u ocasión.
Pues en este sentido, podríamos trabajar –quizás dando un paso más– en alguna de las conmemoraciones que tienen lugar durante el mes de noviembre, como por ejemplo:
En la semana del 5 al 11: Semana internacional de la Ciencia y la Paz. En la Ciencia, incluyamos a científicas. En la Paz, tratemos el asunto de la paz entre los géneros.
El día 12, día mundial del Libro. Incluyamos autoras y mujeres protagonistas de cuentos, relatos y poemas.
El día 15, Día mundial de la Filosofía. Aprovechemos para mostrar la Filosofía como una actividad humana intelectual imprescindible para ir comprendiendo el mundo y mostremos las aportaciones de alguna filósofa de cualquier época y lugar, incluyendo el presente.
El día 20, día mundial del niño (mejor digamos de la infancia). Hablemos de sus derechos y deberes y de la suerte de tener una escuela para aprender, sobre todo a convivir entre iguales, niñas y niños de cualquier condición, clase, origen, etc…
Hay muchas más efemérides que conmemorar durante este mes (consultar en internet para tener una lista completa), pero estos días y con estos temas, creo que tendremos bastantes oportunidades de relacionar la violencia contra las mujeres con la invisibilidad académica y con la exclusión o poca presencia de las mujeres y las niñas en sectores cruciales de la actividad humana.
Tenemos que lograr que nuestras alumnas actuales se vean como hacedoras de ciencia, cultura, tecnologías, deportes, no sólo como espectadoras y usuarias. Que las niñas disfruten y se diviertan con disciplinas creativas y dinámicas, que se vean autónomas para decidir sobre sus vidas, que no proyecten sólo su felicidad y completud a través de algún hombre que se fije en ellas y las elija, para amarlas o para controlar sus sentimientos.
La violencia contra las mujeres por parte de sus parejas o exparejas no se extinguirá hasta que la falta de equidad en el reparto (de riqueza y pobreza, de tiempos, espacios, poderes, etc…), la carencia en el reconocimiento (de que la condición femenina es tan humana e imprescindible como la masculina) y el déficit en la representación (que estén las mujeres en todos los ámbitos, destacadas y bien visibles), deje de verse como normal.
La cultura de la desigualdad respecto a las niñas y mujeres alimenta constantemente los deseos irrefrenables de violencia contra ellas por parte de los hombres maltratadores, que quieren controlar sus vidas y acaban destrozándolas.
Todo ello hay que verlo y aprenderlo durante la etapa escolar. Es una cuestión de vida o muerte o muerte en vida para muchas.
Una buena ocasión para trabajar activamente por la desaparición de la violencia contra las niñas y las mujeres: el mes de noviembre.