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Nadar y guardar la ropa. Así podría resumirse la situación que CCOO y FeSP-UGT quieren evitar en relación a los ERTE en escuelas infantiles de gestión privada. La preocupación se basa en que haya empresas que gestionan escuelas infantiles de titularidad pública que pudieran haberse acogido a los ERTE, de manera que no estarían pagando las nóminas de sus empleadas. Estas las pagaría el Estado. El problema estaría en la posibilidad de que estas empresas intentasen cobrar indemnizaciones amparándose en el Real Decreto ley 8/2020 de 17 de marzo, en cuyo artículo 34 se contempla dicha posibilidad para entidades que trabajen con las administraciones públicas. Dichas indemnizaciones podrían cubrir los gastos de salario de las adjudicatarias de los contratos.
Ambos sindicatos han enviado un comunicado en el que anuncian que estarán vigilantes ante esta situación y que si detectan alguna irregularidad, a parte de intentar negociarla con las empresas, la denunciarán ante la inspección de Trabajo.
Algo así ocurrió hace algunas semanas en Galicia, relata Jeús Gualix, responsable de enseñanza privada de FeSP-UGT. Detectaron que una empresa, Profolp, que gestiona tres escuelas infantiles en la comunidad, se había acogido a ERTE y estaba recibiendo indemnización por parte de la Xunta. Se pusieron en contacto con la empresa y, tras hablar del tema, acudieron al Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar para resolver la cuestión. Efectivamente, el empresario dio marcha atrás con el ERTE y sus empleados pudieron teletrabajar. «Hay que poner en valor, asegura Gualix, a las empresas que lo hacen bien», como es el caso de Profolp.
En otros lugares, como la ciudad de Madrid, la situación es más complicada. A dos semanas de una eventual entrada en la fase 3 y, por tanto, de la apertura de las escuelas infantiles de 0-3, hay alrededor de un 20% de la red municipal de escuelas que está cerrado y con ERTE entre sus trabajadoras.
El Ayuntamiento de la ciudad decidió que fueran las juntas de Distrito las que negociaran con las empresas la continuidad o no de los contratos. Esta decisión se tomó a primeros de abril y, aunque muchas continuaron con su labor, algunas más echaron el cierre, no contemplaron la posibilidad de teletrabajo y mandaron a sus empleadas a un ERTE. Ahora mismo nadie sabe en qué condiciones volverán, habida cuenta de que se prevé que la ratio en estos establecimientos sea del 50%. Esto podría suponer que volviera a trabajar toda la plantilla a media jornada o la mitad de las trabajadoras, pero a jornada completa.
Sandra Rodríguez, responsable de pública en la federación de Madrid de la FeSP-UGT destaca la situación de discriminación que ha supuesto que algunas juntas de distrito decretaran el cierre de sus escuelas municipales durante este tiempo mientras que otras han estado realizando teletrabajo, manteniendo el contacto con las familias y con las criaturas que atienden normalmente.
Desde el Ayuntamiento explican que la gestión de ciertos recursos, como las escuelas infantiles, depende de las juntas de distrito. En su momento, bajo la premisa de que no se cortara el servicio educativo, se pidió a los establecimientos que entregasen propuestas de educación a distancia para su valoración. Según fuentes municipales, algunas empresas no entregaron propuestas y decidieron la suspensión por su cuenta. En otros casos, fueron las juntas las que rechazaron las propuestas, aunque la mayor parte de las escuelas 0-3 de Madrid han han pemanecido «abiertas».
En cualquier caso, informan estas mismas fuentes, no han detectado posibles irregularidades en relación a la situación de ERTE y la petición de indemnización que contempla el Real Decreto ley 8/2020.