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Libro Blanco. Especialidad en los Grados de Magisterio y centros educativos en Educación Artística, Plástica, Visual y Audiovisual. Este es el título del documento que ha coordinado Marián López Fernández-Cao, catedrática de enseñanzas artística en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense. La Sociedad para la Educación Artística, nacida al calor de la plataforma #EducaciónNoSinArtes, es la que publica, en definitiva, el documento.
Más de 100 páginas en las que, minuciosamente, se explica la situación de las enseñanzas artísticas en las etapas no universitarias del sistema educativo; la historia en las diferentes leyes educativas (el texto está marcadamente influenciado por la Lomce y no tanto por la Lomloe); se compara con otros países de nuestro entorno como Portugal o Francia y se hacen las propuestas.
«El objetivo del libro es sencillo: que se cree la especialidad de educación artística, visual y audiovisual en Magisterio en consonancia con las que existen de música y educación física». Matín Caeiro es doctor en Bellas Artes y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. Resume en esa frase el fin último del texto en cuya elaboración ha participado activamente.
Lo que pretenden quienes lo han escrito es aprovechar las conversaciones del Ministerio de Educación y FP entorno a las 24 propuestas para la mejora de la profesión docente. En dicho texto se apuntaba a la posibilidad de revisar las especialidades de magisterio. En ese asidero se agarran para reclamar la nueva especialidad que entre en el Real Decreto 1594/2011 que las rige. Quieren que su especialidad se equipare a las de Música, Educación Física, AL, PT o Idiomas.
Desde el documento y el propio Caeiro defienden que las cuestiones relacionadas con la educación visual, audiovisual y mediática son, hoy día, básicas en la sociedad en la que nos encontramos y es necesario que haya personas con una formación potente y adecuada en las aulas para poder hacer frente a los retos actuales. Y esta formación, necesariamente, para por que se cree la especialidad, no es suficiente con el hecho de que muchas facultades de Educación, desde hace ya años, hayan intentado suplir esta carencia con la creación de menciones relacionadas con las enseñanzas artísticas.
Coordinación de acciones artísticas
Esta es la otra pata sobre la que se apoya el Libro Blanco. La posibilidad de que las administraciones educativas creen y pongan en marcha la figura de la coordinación en acciones artísticas, culturales y mediáticas. Su objetivo sería, según describe Caeiro, «articular las comunidades, la escuela, familia, industrias culturales, museos y centros culturales» para mejorar la calidad divulgativa y mediática de los centros, que promueva acciones artísticas y culturales, que pueda dar apoyo a la hora de que los centros hagan su cartelería o la divulgación hacia el exterior a través de Internet. «Sin formación es imposible», insiste Caeiro.
Según el colectivo, este debería ser una de las funciones principales del profesorado especialista en educación visutal, audiovisual y mediática de los centros. Eso sí, no entran en la cuestión de cuáles deberían ser las características del puesto de coordinación: cuántas horas liberadas de las lectivas debería tener o si debiera cobrar un complemento específico. Caeiro explica que las necesidades o las dificultades de cada centro educativo a la hora de poner en marcha acciones desde esta coordinación serían diferentes. Algunas tendrían que «esforzarse» más que otras.
Según Caeiro, si existiese una especialidad en las facultades de Educación, se abriría la puerta a que existieran cuatro o cinco asignaturas y que cada universidad determinase en dónde poner el acento «podría incidir más en lo divulgativo-mediático, en lo patrimonioal, lo estético, en lo relacionado con el arte contemporáneo o, incluso, con el arte terapia o diferentes territorios en los que cada una fuera experta y pudiera transmitírselo al alumnado».
«Estamos en momento histórico», zanja Caeiro, quien asegura que «si el Ministerio está intentando crear nuevas especialidades y mejorar la profesión docente, en cuanto a la formación, para mejorar las experiencias de aprendizaje y los modelos en los centros educativos, es el momento en el que nosotros podríamos tener esa soñada especialización».