Somos una Fundación que ejercemos el periodismo en abierto, sin muros de pago. Pero no podemos hacerlo solos, como explicamos en este editorial.
¡Clica aquí y ayúdanos!
Hace unas semanas, Eurydice publicaba unos datos sobre la escolarización en el primer ciclo de infantil (0-3 años). España aparecía en la parte de la tabla, con cerca del 60 % de niñas y niños en escuelas infantiles por todo el país. Más allá de la cantidad, es importante hablar de la calidad de dichas plazas.
Consuelo Vélaz-de-Medrano Ureta es doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y Catedrática en Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la UNED. Dirige el grupo consolidado de investigación en “Políticas y sistemas de Orientación Educativa y Profesional y competencias de sus profesionales”. Ha participado en el diseño y desarrollo de dos leyes educativas (LOE, 2006 y Lomloe, 2020) y fue directora general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación y Formación Profesional (2018-2020).
El pasado fin de semana participó en una jornada en el Ateneo de Madrid organizada por la Junta de Portavoces 0-6 y Ameigi (Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta). En ella habló sobre la calidad de la educación infantil en España.
Vas a hacer una intervención sobre la calidad en la educación infantil en España, ¿Cuál es tu diagnóstico general?
En el diagnóstico veo luces y sombras. Entre las luces destacaría que podemos estar satisfechos con las tasas de escolarización en el ciclo 3 a 6 años -prácticamente universalizada-, con el compromiso y profesionalidad de los profesionales de la educación infantil, y con la concesión a España de fondos europeos NEXT Generation para crear más de 60.000 plazas en 1º ciclo. Sin embargo, de acuerdo con los datos disponibles, esos fondos no en todas las comunidades autónomas se están ejecutando de forma que la educación sea accesible, asequible y de calidad para todos los niños y las niñas de 0 a 3 años. Esta sería quizá la perspectiva más sombría.
Me preocupan la unidad de la etapa 0-6, y el 1º ciclo, que tiene la mayor disparidad territorial de todos los niveles educativos del sistema en gratuidad, tasas de cobertura, equilibrio entre las redes pública y privada, o en diversidad de administraciones (locales, provinciales, autonómicas) y entidades que la gestionan, con grandes diferencias entre CCAA. Los datos en este ciclo así lo demuestran. Más de un 52% escuelas infantiles son privadas, y alrededor del 73% de las públicas dependen de la administración local.
Además, según un informe de Save the Children publicado en 2019, existe una gran polarización social, pues mientras el 22,2% de las familias no asumía ningún coste, el 54,6% pagaba el coste íntegro. De ellas el 36,4% reconocía dificultades para sufragar la escolarización en 1º ciclo, sobre todo las del 2º quintil con ingresos entre 9.000 y 13.700 € al año. La ratio profesional/alumnos es la más alta (8 criaturas, en 0-1; 13, en 1-2, y 18, en 2-3) de los países analizados (frente a Reino Unido donde en 1 año es de 3 y en Portugal, de 5). Tras estas diferencias late la existencia de dos modelos: comunidades que basan la expansión de plazas de 1º ciclo en el fortalecimiento y gestión directa de su red de escuelas públicas, y otras que optan por crear plazas en CEIP, licitar la gestión indirecta de las escuelas al menor coste, y/o subvencionar a las familias con becas o cheques escolares en las privadas (Madrid, Valencia o Andalucía son casos paradigmáticos).
Hay que evitar la “primarización” de la etapa 0-6. La situación ideal es que esté en centros independientes o, al menos, en espacios diferenciados
El que se entienda el 0-6 como una etapa de dos ciclos afecta a su desarrollo. Territorios que escolarizan en colegios, diferencias en las profesionales que atienden a las criaturas, grandes divergencias también en las infraestructuras. ¿Cuál crees que es el impacto en la calidad de toda esta situación?
Hay que evitar la “primarización” de la etapa 0-6. La situación ideal es que esté en centros independientes o, al menos, en espacios diferenciados para proteger la cultura institucional de la escuela infantil a lo largo de un período esencial y con identidad propia, de los 0 a los 6 años. Efectivamente en algunas CCAA se está rompiendo la etapa creando plazas de 2º ciclo e incluso, como dices, aulas de 2 años en centros de Primaria. Es un disparate por muchas razones, y la seguridad de niños y niñas no es la menor.
Para ser justa, la ejecución de los fondos europeos en un plazo de tres años, que es muy corto cuando hay que hacer licitaciones para crear nuevas instalaciones, ha podido influir en el acondicionamiento de espacios disponibles en CEIP u otros. En todo caso, para paliar sus efectos en el descenso de la calidad es urgente establecer un modelo de equidad y calidad para el período 0-12 años en los colegios públicos y concertados. Alguno elementos clave son no “trocear” la etapa, reducir la ratio, la separación y adecuación de todos los espacios (aulas, pasillos, aseos, patio), la consideración como docentes por convenio laboral de los profesionales del 1º ciclo, y un reglamento orgánico de los CEIP que asegure su plena participación en el claustro y el consejo escolar. Así mismo, me parece esencial la gestión directa de las escuelas infantiles concertadas, pues el sistema de licitación (por ejemplo, en la Comunidad de Madrid) puede afectar a la calidad cuando el procedimiento se resuelve al menor coste. Ocurre lo mismo cuando las transferencias a los ayuntamientos para este fin son claramente insuficientes. Si hay autonomías que lo están haciendo bien es porque ponen a los niños en el centro, y no intereses económicos e ideológicos de todo tipo.
Es urgente establecer un modelo de equidad y calidad para el período 0-12 años en los colegios públicos y concertados
La formación inicial es clave también para la calidad. ¿Cómo crees que es la actual?
Las enseñanzas de Magisterio mejoraron mucho a partir del desarrollo de la Ley de Educación de 2006 (LOE) y la entrada en vigor del Marco de Bolonia, es decir, con el enfoque de enseñanza y aprendizaje por competencias y la incorporación de una asignatura de prácticas externas en escuelas. También la FP ha avanzado, pero en ambos casos queda mucho por avanzar.
Sería necesario acometer una reforma global de la profesión docente, en todos sus eslabones: no solo en la formación inicial (que debería ser dual, 50% de prácticas), las oposiciones, el acompañamiento a los docentes noveles, la formación continua y la evaluación, todas ellas ligadas a una carrera profesional que hoy no tienen. Sin olvidar la formación de inspectores especializados para esta etapa, como pide el colectivo.
El MEFPD acaba de difundir el Marco de Competencias Docentes, está próxima la aprobación de la norma que regulará el plan de estudios de Magisterio, la reforma del temario de las oposiciones y negocia con los sindicatos algunos de los eslabones de la cadena que acabo de mencionar. Pese a la multiplicidad de Administraciones y actores implicados, que aumenta la dificultad, ojalá se lograran consensos sobre los cambios en profundidad que los futuros profesionales y la escuela necesitan. Soy solo moderadamente optimista.
Cuando dices que la formación debería ser dual, al 50 %, ¿Te refieres a la FP? ¿No se perdería mucha formación “teórica”?
Me refiero a las dos titulaciones de educación infantil, Magisterio y FP. La formación ha de ser teórico-práctica, muy bien tutorizada entre la universidad y la escuela, porque se trata de una profesión “clínica”, en el sentido de que el conocimiento se haya en buena medida distribuido en la profesión, además de en los resultados de la investigación. Ambos conocimientos deben guardar una relación más estrecha que en la actualidad, y la profesión docente debe comenzar a comprenderse y aprenderse desde el primer año, como recomiendan los resultados de la evaluación del desempeño docente.
Las diferencias entre territorios y ciudades, incluso entre administraciones, es enorme. Tenemos redes como la municipal de Pamplona, ejemplo paradigmático de calidad, y otras como la de la Comunidad de Madrid, que ha sufrido importantes recortes en los últimos años. ¿Cómo afecta esto al derecho a la educación de las y los niños, a su igualdad de oportunidades?
Es lamentable que los derechos de la infancia dependan del territorio en el que vive, por ello creo que la transferencia de fondos a las comunidades deberían incluir condicionalidades en su aplicación para proteger esos derechos, e ir acompañadas de un proceso de rendimiento de cuentas. Es un asunto políticamente complejo, pero no imposible a mi juicio.
La propuesta de que las escuelas se mantengan abiertas las 24 horas me parece una ocurrencia sin fundamento
¿Es la educación infantil una de las principales políticas de conciliación de las familias?
No sé si es la principal, pero desde luego una de las principales, porque posibilita la inclusión laboral a las familias, muy especialmente a las que están en situación vulnerable… y a las madres. Si los cuidados y la educación infantil son gratuitos, de calidad y con horarios flexibles, sus hijos disfrutarán del derecho a ser felices, aprender y desarrollarse en un entorno estimulante y seguro. Esta sería una verdadera política de conciliación.
¿Cuál crees que podría ser una buena medida de conciliación que mirase al mundo laboral? La ministra, Yolanda Díaz, dijo hace unos días que habría de haber escuelas abiertas las 24 horas para ayudar a la conciliación…
La propuesta de que las escuelas se mantengan abiertas las 24 horas me parece una ocurrencia sin fundamento. ¿Deben estar los escolares por la noche en las escuelas? La pregunta se responde sola. Basta con que tengan una hora de entrada (con desayuno escolar) y de salida (con actividades lúdicas o de refuerzo) flexibles y sin coste para las familias, como ya ocurre en muchos centros
El aumento de las plazas públicas de educación infantil ¿es sinónimo o condición de calidad de esta etapa?
Lo que es una condición sine qua non es la igualdad de oportunidades para acceder a una plaza en una escuela infantil próxima y saludable y recibir unos cuidados y una educación de calidad. Aumentar las plazas públicas me parece fundamental, pero no de cualquier manera, como he argumentado antes.
¿Cuál es la posición de los colectivos organizadores de esta Jornada celebrada en el Ateneo?
Conozco sus demandas y las comparto. Tanto para la Junta de Portavoces de la red pública, como para la Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta (AMEIGI), el horizonte de trabajo es claro y ambicioso en beneficio de la infancia. Asumen la coexistencia de varios modelos de escuela infantil, pero con equidad y calidad, unidad de la etapa y gratuidad plena (incluyendo comedor y ampliación de horarios) para las familias en situación de riesgo, pobreza y exclusión social.
Y con requisitos mínimos adecuados: personal docente y de servicios suficiente, maestros/as especialistas con más y mejor formación práctica, ratios acordes con los estándares europeos como demandan también los sindicatos, espacios, mobiliario y materiales ajustados a la Recomendación de la Comisión Europea, y horarios flexibles. Sin olvidar el desarrollo normativo de los derechos de participación de las familias, la Atención Temprana con equipos y especialistas suficientes y un servicio de Inspección con formación específica en la etapa con función de acompañamiento pedagógico y asesoramiento a los equipos directivos. Para ello ven fundamental la creación de un plan integral de atención a la infancia basado en el Plan de Acción Estatal para la Implementación de la Garantía Infantil Europea (2022-2030).