Asovida, crear la reconciliación
El artículo presenta la experiencia de las mujeres fundadoras de la Asociación de Víctimas Unidas por la Vida [Asovida] del municipio de Granada, en el departamento de Antioquia (Colombia), quienes desde diferentes expresiones artísticas aportan al proceso de reconstrucción del tejido social, fracturado por el conflicto armado, durante 1980 y 2005 en la región. Ellas han encontrado en el arte una metodología para la reconciliación con el propósito de la no repetición de los actos violentos; la concepción de estas propuestas, sus nombres y la forma de ejecutarlas, representan de forma estética un devenir que ha sido doloroso.
Mujeres, arte y paz
En Colombia, desde la década de 1980 el conflicto armado presentó un rápido escalamiento que se caracterizó por la intimidación generalizada en numerosas regiones del país, como es el caso de Granada, un municipio del departamento de Antioquia localizado a 70 kilómetros de Medellín, en la subregión Oriente. Entre 1996-2005, el municipio se vio afectado porque los civiles se encontraban en la mitad de los enfrentamientos de los diferentes actores armados y, como resultado, cuenta con 10.836 víctimas contabilizadas en el Registro Único de Víctimas (Red Nacional de Información, 2018). Luego de resistir dos actos terroristas que marcaron su historia, los granadinos emprendieron un proceso de reconstrucción física y social, orientado principalmente por mujeres, que hoy tiene como eje el reconocimiento de las víctimas y la memoria colectiva.
Durante esos años lideraron actividades de manifestación pública en búsqueda de la paz, las cuales se unificaron en el 2007 cuando se consolidó Asovida con la participación de 250 personas, casi todas mujeres, para exigirle al Estado y a todos los actores armados el respeto por la vida y la dignidad de las personas. En esta tarea, han desarrollado una serie de propuestas por la reivindicación del derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición. Uno de sus fines es la gestión del Salón del Nunca Más, inaugurado en el año 2009 como un espacio comunitario en el que se comparten objetos, testimonios y fotografías de las comunidades directamente impactadas por el conflicto (Luengas Bautista, 2007); su misión es enseñar en la comunidad el valor de la verdad y la memoria, como alternativa noviolenta que contribuye a recoger la historia del conflicto armado desde la voz de las víctimas, ofrecer procesos de recuperación psicosocial y acceso a los derechos (Quintero, 2019). Allí, se pueden visibilizar las historias de vida, efectos del conflicto armado y mecanismos de recuperación emocional de las víctimas.
Desde su inicio, fue clave la gestión del arte y la participación activa de la comunidad, que reconoció el papel fundamental de las tradiciones y la oralidad para la reivindicación de las víctimas. El día de la inauguración, la comunidad marchó con velas encendidas hasta el Salón que los esperaba a oscuras, para ser iluminado por ellos. Al entrar al Salón, lo que se aprecia de frente es un muro en el que se encuentran más de 200 fotografías de las víctimas. Siguiendo el recorrido está la historia de su surgimiento, más adelante, el visitante se encuentra “con su propia fosa”, una pared rellena de tierra con un vidrio que permite ver el reflejo, para representar lo que se siente estar enterrado en una fosa común. Quien va al lugar puede leer las narrativas o apreciar los dibujos que los granadinos hicieron para recordar a sus seres queridos, o para contar la historia de sus veredas en bitácoras. Casi al final del recorrido, se encuentra una escultura que representa ese rol de la mujer y, en los muros. Fotos de Jesús Abad Colorado recrean los momentos más duros vividos en ese territorio.
En el momento en que se entra a Granada hasta que se sale para San Carlos por la Variante, se pueden apreciar en diferentes espacios los vestigios del arte por recomponer el tejido social; el arte está en la mente y el corazón de los granadinos que se apropiaron de ese recurso para renacer desde la sensibilidad, las emociones dignas del amor y el perdón. Las mujeres como sobrevivientes a la guerra, generan aprendizajes a través de estrategias como potenciar la imaginación, lo que lleva a una construcción de paz sostenible; el tejido social es una primera representación de esto, dado que es hilado por la comunidad a través del encuentro y el abrazo, para recuperar la confianza al traer a la mente los recuerdos de tiempos vividos.
Esta experiencia se analizó desde una investigación social y cualitativa en Educación para la Paz [EpP] con enfoque de género, por medio del estudio de caso etnográfico con apoyo de revisión documental, entrevistas semiestructuradas a profundidad y observación no participante. Como resultado se caracterizó una experiencia significativa (Dewey, 1963), que se convierte en la posibilidad de volver vivencial un aprendizaje complejo como la paz, la resolución de conflictos y el tejido social; y la posibilidad de sensibilizar a los estudiantes por medio de la gestión de emociones, la estética y la simbología, para canalizar la memoria colectiva.
Movilizar los espacios formativos para una cultura de la paz significativa
El uso de lo simbólico juega un papel fundamental en la elaboración de estrategias para el posacuerdo, pues logra movilizar sensibilidades, emociones y dejan en el fondo un aprendizaje significativo en quienes participan de estos espacios de formación. Considerar las experiencias de estas mujeres, construidas estratégicamente de arriba hacia abajo, es un paso fundamental a seguir por los encargados en construcción de política pública, proyectos educativos institucionales, currículos y planes de aula; pues la sensibilidad que manejan y los logros que han alcanzado demuestran alternativas para la consolidación de una cultura de paz en Colombia.
Referencias
Dewey, J. (1963). El Arte como experiencia. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Luengas Bautista, J. (2007). Salón del Nunca Más, Granada, Oriente Antioqueño. En M.d. Cultura, Museos, comunidades y reconciliación: Experiencias y memorias en diálogo (págs. 24-59). Bogotá D.C., Colombia: Museo Nacional de Colombia. Obtenido de http://www.museonacional.gov.co/Publicaciones/catedra/Documents/XIV_catedra_historia_MNC.pdf
Quintero, G. E. (1 de Marzo de 2019). Entrevista sobre el Salón del Nunca Más. (K. Restrepo Mesa, Entrevistador)
Red Nacional de Información. (1 de Abril de 2018). Registro Único de Víctimas. Obtenido de Registro Único de Víctimas: https://rni.unidadvictimas.gov.co/RUV
Karol Restrepo Mesa
Pasante del Grupo de Investigación Pedagogía y Didácticas de los Saberes (PDS) y estudiante de Maestría en Educación. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín.