“Toda nueva ley en materia educativa se muestra como una oportunidad, en formato de reto que, lógicamente, genera incertidumbres en quienes integran la comunidad educativa”. Así es como comienza el libro Lomloe. De la norma al aula (Anaya) que tiene como fin contribuir a que los agentes del sistema educativo sean capaces de comprender y de valorar los cambios propuestos por la nueva reforma educativa y, sobre todo, de transformarlos en una oportunidad de mejora.
José Moya Otero y Florencio Luengo Horcajo, fundadores del Proyecto Atlántida y coordinadores de la obra, analizaron en el acto de presentación del libro, el pasado 30 de noviembre, las oportunidades que la Lomloe ofrece y los retos que plantea. El Diario de la Educación habla con ambos y reflexiona sobre la situación actual del sistema educativo español.
¿Por qué decide el Grupo Atlántida que es necesario publicar este libro?
José Moya. El libro tiene una triple finalidad. En primer lugar, trata de evitar las incertidumbres que se dan en el ámbito educativo cuando se produce una reforma. Queremos presentar una visión que permita al profesorado comprender y valorar las oportunidades para mejorar en su propio centro educativo y hacer ver que cada reforma es una oportunidad para comprender mejor la práctica educativa y cómo se configura. El libro tiene una interpretación de la ley que sitúa el equilibrio entre comprensividad e inclusividad como el reto más importante de nuestra época. Hemos tratado de aportar claridad sobre este gran reto y dar ejemplos, que ya se han puesto en marcha y que podrían ser muy útiles para todo el profesorado.
Florencio Luengo. El grupo Atlántida ha vivido experiencias de todas las reformas educativas. En 2010, fuimos seleccionados por los grupos que estaban en el Centro Nacional de Investigación e Innovación Educativa del Ministerio para ayudar al desarrollo curricular de la LOE, asesorando y dirigiendo el Proyecto Combas, con 14 comunidades autónomas integradas. Estuvimos cuatro años intentando poner orden a lo que la LOE había intentado y, más tarde, a lo que la Lomce matizaba. Fue una experiencia muy valiosa desde la cual no hemos parado. Esta era una buena ocasión para continuar, teníamos al equipo necesario para atender la cuestión, plantear las claves y hacer un análisis. Conocemos el trasfondo de todo lo que hay.
¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de la Lomloe?
J.M. La Ley recupera algunas decisiones que ya formaban parte de la Ley Orgánica de Educación como, por ejemplo, el título único al terminar la etapa obligatoria de secundaria aunque se cursen itinerarios diferentes. Corrige la decisión de la Lomce, que no fue ni acertada ni consensuada. Además, la Lomloe aprovecha la oportunidad para adaptar el sistema educativo a los grandes retos que plantea la sociedad del siglo XXI. Uno de los más importantes es la aparición de una nueva cultura para el desarrollo sostenible. La Ley actualiza el perfil de persona educada, las competencias clave, incorpora elementos sustanciales de esta nueva cultura, recupera el modelo de currículo vertical e introduce, como gran novedad, que los centros educativos tengan reservado un porcentaje del tiempo escolar para introducir sus propios elementos. Por primera vez, los centros no solo participan en el desarrollo del currículo prescrito, sino que incorporan elementos que serán prescriptivos desde el punto de vista de ese centro.
Sin participación y sin fondos es imposible que la reforma salga adelante
F.L. Este país, por fin, define qué debe saber un alumno al final de cada etapa educativa. El tema hasta ahora estaba demasiado abierto, la gran cantidad de contenidos hacía que se entendiera que un alumno tenía que saber todo. Ahora se define bien cuáles serían los conocimientos esenciales para cada ciclo y etapa educativa. Un gran acierto por parte de la ley que, unido al nuevo sistema de evaluación, va a reforzar el modelo competencial. Por otra parte, pienso que se debería haber participado más con la comunidad educativa para evitar que se creasen bulos. Sin participación y sin fondos es imposible que la reforma salga adelante. El consejo de ministros debería entender que un Ministerio como el de Educación, que ha permitido a este país salir adelante y se la ha jugado teniendo las escuelas abiertas, tiene que contar con los fondos necesarios.
Son muchos los que auguran grandes diferencias entre los centros educativos ante el nuevo modelo que permite al profesor decidir los contenidos en función del contexto…
J.M. En las pruebas PISA se produce un efecto muy curioso: la varianza intracentro es mayor que la varianza intercentros educativos. La gran dificultad no está en comparar los centros, sino en conseguir una respuesta cohesionada dentro de estos. Este es un nivel en el que nuestro país tiene mucho recorrido, porque se le ha dado muy poca importancia a la propia capacidad docente, es decir, a la capacidad de los centros educativos para tomar sus propias decisiones. La ley permite mejorar la capacidad de dar una respuesta cohesionada.
F.L. En la propuesta curricular de qué se debe aprender y cómo, la oferta de la Lomloe es muy internacional, por eso la defendemos. Se necesita un acuerdo tácito para que el currículum nos sirva a todos, más adelante vendrá un debate político sobre las grandes ofertas educativas y los medios que se les destinan.
El abandono escolar temprano, las altas tasas de repetición y la segregación escolar son algunos de los grandes problemas del sistema educativo español… ¿Cómo los ataja la nueva ley?
J.M. La ley lo que hace es ordenar los elementos del sistema educativo de forma que luego los problemas sean resolubles. El problema de la repetición es que nunca ha sido una solución para nada. Si los alumnos tienen dificultades en el aprendizaje la solución no es que vuelvan a hacer lo mismo. La cuestión esencial es encontrar dónde están las dificultades del aprendizaje y tratar de resolverlas. El reto que propone la ley de equilibrio entre comprensividad e inclusividad va a ayudarnos a evitar las repeticiones de curso. Hay que mejorar las condiciones de aprendizaje de cada alumno y de los centros educativos para que todos puedan tener sus propias oportunidades.
F.L. Otro de los grandes aciertos de la ley es hablar de las distintas situaciones para el aprendizaje, una acción valiente que puede hacer que España se integre en el grupo de grandes países a nivel educativo. Hay que crear una especie de marco que incluya a todo el alumnado y consiga que se sientan motivados. Si entro en una clase y hablo sobre un cuadro del barroco literario, probablemente, solo llegue al 5% de los alumnos. Si, por el contrario, trato las cartas de amor de los noviazgos de esa época, y trabajo en torno a ellas, se crea una situación de aprendizaje que incluye a gran parte del alumnado, ya que todos conocen la sensación de enamoramiento. Sí a los contenidos, pero sobre situaciones de aprendizaje.
¿Es injusto decir que el sistema educativo español fracasa?
J.M. Hay datos objetivos que nos permiten identificar si el sistema funciona bien o mal. Los cinco indicadores de la OCDE, que permiten conocer la evolución de los sistemas educativos, nos sitúan por encima de países económicamente muy potentes, por ejemplo, en el nivel de escolarización de Educación Infantil o en Educación Superior. Además, los resultados en PISA no están muy alejados de la media del resto de países. Hay solo un indicador que tenemos que mejorar sustancialmente, el abandono escolar temprano. Un problema serio muy vinculado con la repetición de curso y con el hecho de que los alumnos no encuentren solución a sus dificultades. Nuestro país tiene un sistema educativo bastante aceptable que sí, se debe mejorar, pero con soluciones reales no optando por decir que todo va mal.
F.L. Es necesario que el sistema educativo no solo esté en la media, sino que comience a estar en el lugar que le corresponde, en la zona media alta. Creo que las cuestiones que propone la Lomloe nos van a permitir dar el salto definitivo, siempre y cuando se cuente con los medios necesarios. La participación en el debate es imprescindible para que esto se cumpla, la Educación no puede actuar sola. Se necesita una apuesta clara.