El acuerdo para la estsabilización de las plantillas docentes, que ya se firmara en las postrimerías del anterior gobierno del PP, sigue sin dar todos los frutos que se esperaban de él. La bajada de la interinidad al 8% parece alejarse a cierta velocidad, máxime cuando la mayor parte de las comunidades autónomas han decidido no esperar y adelantar la convocatoria de sus respectivos procedimientos de oferta de empleo público.
La primera consecuencia de esto es que las plazas que saldrán en las oposiciones serán las destinadas a cubrir la tasa de reposición, es decir, las jubilaciones que se hayan producido en el último año. Se quedarán fuera todas las plazas destinadas a ir reduciendo la interinidad que, en el sector educativo y con grandes diferencias territoriales, está en el 25%, aproximadamente.
Esto dejaría a las dos próximas convocatorias, la de 2023 y 2024, como las dos únicas en las que tendría que centrarse todo el esfuerzo. Un esfuerzo que los sindicatos cifran en unas 125.000 plazas que tendrían que consolidarse. Si olvidar que en los dos próximos años también habría que cubrir la tasa de reposición, lo que supondría varias decenas de miles más de plazas.
CCOO, CSIF y UGT han decidido, a modo de protesta, realizar una concentración ante el Ministerio de Educación y FP para que tome cartas en el asunto. Los tres sindicatos esperan que el Departamento de Pilar Alegría tome las riendas y, aunque no tiene competencias para hacer modificaciones en las normativas autonómicas, haga lo posible para liderar a los territorios para que den marcha atrás a estas convocatorias.
Ya la semana pasada, los representantes de las tres organizaciones realizaron una rueda de prensa para denunciar esta situación y anunciar el inicio de las protestas que, de forma discrecional, cada territorio podrá desarrollar como crea conveniente.