El Colegio Oficial de Pedagogía de Cataluña (Copec) acaba de editar la guía Orientaciones Pedagógicas en el ámbito de la sexualidad afectiva, elaborada por el Grupo de Investigación de Pedagogía y Salud, que está coordinado por Toñy Castillo, doctora en pedagogía, autora, conferenciante y, sobre todo, directora del aula hospitalaria Dr. Camprubí del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. La guía, que todavía no está publicada, presenta 21 actividades agrupadas en tres ciclos (0-3, 3-6 y 6-12 años), todas ellas orientadas a proporcionar conocimiento y a mejorar el bienestar emocional del niño, y en su elaboración también han participado el resto de miembros del grupo de investigación: Maria Victòria Gómez, Alba Bonmatí, Montse Bordes, Ana Rubio, Mª de Mar Serracanta y Cristina Portal.
¿De dónde sale la necesidad de elaborar esta guía?
En la formación integral de los niños y las niñas hace falta un abordaje educativo de la sexualidad y la afectividad, como si fuera un binomio complementario que formaría parte de la salud. Desde el Colegio oficial de Pedagogía de Catalunya apostamos por ese derecho que tienen los niños y las niñas a recibir esa educación integral, y dentro de ella, no nos podemos olvidar de que la educación afectiva sexual es la base para conseguir una igualdad social y de género.
¿Ése es el objetivo?
En la guía intentamos recoger todas las recomendaciones de la OMS en cuanto a salud, y en especial los objetivos básicos sobre salud afectivo-sexual. El tratamiento de la misma tiene que estar impregnada desde un punto de vista cognitivo, pero también afectivo y emocional.
La misma OMS recuerda que la sexualidad es uno de los aspectos más centrales de la persona humana y que está presente a lo largo de toda su vida. La salud y la pedagogía se tienen que unir para crear herramientas educativas que nos ayuden a unas relaciones sexuales desde el respeto mutuo.
¿Constatáis que ahora mismo es un tema que no se trata o que no se trata correctamente?
Lo que constatamos es que es un tema que tenemos que trabajar porque forma parte de lo que tiene que ser la educación integral del niño/a. La sociedad está evolucionando muchísimo y estamos en ese camino. Desde el Colegio partimos del respeto a la diferencia, la pluralidad y de la necesidad de formación, de información y creemos que una buena educación afectivo-sexual puede favorecer las relaciones entre los chicos, las chicas, las mujeres, los hombres…
El objetivo que también es importante tener y no perder de vista es que tenemos que aprender a conocer, a aceptar y a relacionarnos desde el respeto mutuo. Por tanto, no es un tema oportunista, es un tema oportuno que se tiene que trabajar. Estamos en un camino y tenemos que seguir trabajando, insisto desde el respeto. El otro día me preguntaban en una entrevista por este tema que genera tanta polémica…
La salud y la pedagogía se tienen que unir para crear herramientas educativas que nos ayuden a unas relaciones sexuales desde el respeto mutuo
Era mi siguiente pregunta.
Pues bien, mi respuesta es que lo importante no es poner etiquetas a las personas, sino quitarnos las etiquetas, ser personas y respetarnos tal como somos y nos mostramos: si tu respetas a la otra persona y enseñas a respetar a la otra persona… ¿No crees que sería todo más fácil?
Entiendo que está diciendo que para superar el enfrentamiento que hay entre las personas que consideran que a edades tempranas ya se puede hablar a los críos sobre las distintas identidades de género, y las que creen que eso supone introducir elementos de confusión a edades muy tiernas la clave es simplemente hablar de respeto y diversidad. ¿Es así?
Partimos de que cada niño y cada niña es diferente siempre. Cada persona siente de una manera y quiere de una manera, y lo único que tenemos que hacer es aprender a respetarnos. Y las diferencias de todo ser hay que verlas como un camino que nos puede llevar a una equidad y una igualdad. Pero no desde una u otra posición, no desde la autorización o de la tolerancia.
Hay materiales didácticos en los que se habla de niños que nacen con vulva y niñas que nacen con pene, y esto hay un sector del feminismo que lo encuentra horroroso y acientífico. Yo tengo que confesar mi absoluto desconocimiento. ¿Sobre esto la guía se pronuncia?
En este tema nosotros no entramos así. Te voy a leer una frase textual de la guía: “El papel del educador o educadora, o del pedagogo, será procurar que cada niño/a se conozca y se acepte”. Estableciendo bases para una infancia saludable para proveer a los niños y las niñas de un entorno seguro, incluso también de prevención, también hemos querido abordar el tema de la prevención del abuso y cómo comunicarlo.
Estamos trabajando desde el máximo respeto a la pluralidad, pero no entrando dentro de la singularidad. Lo que está claro es que no hay grados de personas en cuanto a sexo. Entramos dentro del respeto al sentimiento y a la aceptación de toda persona.
De acuerdo. No quiero estancarme en este tema. ¿Qué tipo de abordaje en relación a la sexualidad y afectividad hay que hacer en las etapas más tempranas, en el 0-3?
Lo que proponemos es que los educadores den una serie de conocimientos a los niños y niñas, lógicamente adaptados a su edad. Yo siempre digo que se tienen que responder a todas las preguntas, pero ni más ni menos lo que te están preguntando. Hay que poder hablar con naturalidad de estos temas, porque esto puede incidir en un desarrollo positivo de la sexualidad, pero también de la autoestima. Hemos estado estudiando cada etapa, pero lo que está claro es que hemos pretendido dar fuerza a la empatía para captar, entender, reconocer lo que serían los sentimientos de otras personas y todos esos acontecimientos que le pudieran envolver.
¿Lo de la autoestima lo puede desarrollar un poco?
La afectividad también la hemos querido tratar como esa necesidad que tenemos todas las personas de sentirnos importantes y parte de un entorno. Esto es algo que te ayuda a enfrentarte a las situaciones que se van dando en la vida. Si a ti te valoran es mucho más fácil que estés más contento con tu propia imagen, es muy importante a veces lo que piensen los demás para esa autoimagen y evidentemente eso va a influir en nuestros niveles de autoestima. Hemos intentado subrayar también lo que son los vínculos emocionales como una base de desarrollo del menor. Los niños/as necesitan sentirse queridos/as y respetados/as.
Lo que me choca es que se trata de una guía sobre sexualidad para edades en las que se supone que aún no se ha despertado la sexualidad, o al menos no hay práctica sexual.
Es que la sexualidad es algo más que el sexo. Las personas somos seres sexuales. Una persona de 80 años a lo mejor no tiene una práctica sexual tan activa como la podía tener a los 40, pero sí tiene una sexualidad. Cuando hablamos de una educación sexual no solo nos referimos a temas como pueden ser los genitales o la reproducción, estamos hablando de muchos temas. No hablamos solo de práctica sexual.
Cada niño y cada niña es diferente siempre; cada persona siente de una manera y quiere de una manera, y lo único que tenemos que hacer es aprender a respetarnos
¿La guía va más dirigida a maestros o a familias?
Las actividades que se proponen están más bien dirigidas al grupo clase. Pero cuando hablas de aspectos como la aceptación, eso es una formación que los padres y los profesores tienen que ir trabajando conjuntamente. No podemos creer que existe un divorcio entre la escuela y la vida. Si no trabajamos todos juntos minimizamos todo un proyecto de educación global. Hay que trabajar en equipo siempre, y evidentemente en este tema los padres también tienen que trabajar en equipo, porque la familia es la base de la educación
Me comentaron hace tiempo que un niño a los dos años ya tiene conciencia de ser un niño y que ya empieza a adoptar los estereotipos de género. ¿Entráis en el tema de los estereotipos?
No directamente. Hemos querido basarnos más en esa necesidad de sexualidad afectiva, independientemente del género, porque es para todos/as. El respeto tiene que ser para toda persona. Nos basamos en la persona, no en el género de la persona. Yo tengo que aprender a respetar al compañero/a, tenga la identidad que tenga y se sienta como se sienta. Lo basamos en la persona y no tanto en la etiqueta que uno pueda ponerse u otros le pongan. Y bajo el deseo y necesidad de que la sexualidad se entienda como algo integral y que la afectividad tiene que estar presente, porque si te quieres a ti mismo, te conoces y te aceptas será mucho más fácil que te sientas mucho mejor y que seas más feliz.
Me parece que me repito, pero vuelvo a preguntar: ¿si en la guía se pone tanto énfasis en el respeto y la empatía es porque desde el grupo de investigación entendéis que eso ahora ocurre poco?
Ocurre más que antes y somos más conscientes de la necesidad de trabajar ciertos temas. Si estamos haciendo una guía es porque creemos que hay necesidad de saber, la educación integral es mucho más que una educación cognitiva, es una educación global y aquí enmarcamos la sexualidad, que no solo abarca el sexo, sino que comprende las identidades, la intimidad, la orientación sexual, el erotismo, el placer, y esto no nos lo estamos inventando.
Pero sigue habiendo algo de tabú ahí, ¿no? Por ejemplo, muchos padres este tema no lo sabemos abordar con nuestros hijos, y al final en toda esta cuestión acaba habiendo mucho de autoaprendizaje.
El otro día un padre le dijo a su hija que hablara conmigo porque le hacía una serie de preguntas que pensaba que yo le contestaría mejor. Y la pregunta de la niña era, simplemente, qué es el sexo. Yo se lo expliqué y me dijo: “Ah vale! Eso ya lo sabía”. Vuelvo a hacer hincapié: a los niños/as se les tiene que dar respuesta a sus preguntas, pero a las que te están haciendo.
¿Y si no te preguntan, porque de alguna manera detectan que eso es algo de lo que no se habla o que forma parte del misterio de los mayores?
Los niños/as harán eso en función de lo que vean. Si ellos detectan que sus padres no hablan, que en la escuela no se habla, o que en la calle no se habla, y que cuando se habla no es con toda la información, pues claro que lo vivirán como un misterio. Por eso hay que trabajar los temas de una manera natural, basada en esas necesidades que puedan presentar. Y desmontar esa idea de que es algo oscuro. La educación afectivo-sexual no es algo a parte de la educación, sino que forma parte de la educación.
El otro día me hacían una entrevista y me preguntaban, ¿cómo tratáis las emociones en el contexto educativo hospitalario donde trabajo? Y lo cierto es que estoy un poco cansada de ver que para ciertas personas la educación emocional es tratada como un anexo al proceso educativo. ¿Podemos educar sin educación emocional?, ¿podemos educar sin los sentimientos? Podemos enseñar, podemos instruir, ¿pero educar? Pues lo mismo te digo. La educación afectivo-sexual es necesaria porque la educación abarca muchas cosas y la afectividad dentro de la sexualidad creemos que es tan importante que ayuda al crecimiento y evolución de las personas, y a mejorar muchos aspectos de lo que sería la vida del alumno/a, a su autoestima y sus relaciones con el resto de compañeros/as, o con sus futuras parejas. Pero claro, para esto le tenemos que dar un tratamiento de normalidad, responsabilidad e igualdad a la sexualidad.
Debido a que la guía no está todavía publicada, hemos pedido a Castillo que nos facilite un ejemplo de actividad.
Actividad 1. ¡Cambio de papeles! |
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Destinataras/os | Ciclo inicial de educación primaria | |
Contenidos | Competencias clave |
Objectivos |
· Estereotipos de género.
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· Autonomía e iniciativa personal
· Aprender a aprender · Competencia artística · Educación en valores · Competencia lingüística |
· Identificar los estereotipos de género.
· Conocer el mensaje oculto de los cuentos. · Desarrollar el pensamiento reflexivo y crítico. |
Propuesta de sesión
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En la primera sesión, a partir de los cuentos que tengan a su disposición (suyos, en el aula, en la biblioteca), el/la docente elabora cartulinas, de colores, descriptivas donde se vea alguna acción estereotipada de género. En la cual, el alumnado debe buscar e identificar de qué cuento se trata.
A partir de aquellos cuentos que tengan acciones estereotipadas, se crea un diálogo con los niños y niñas sobre estas acciones. En la segunda sesión, con el grupo clase se escoge un cuento de los comentados anteriormente y se genera, lámina por lámina, una nueva redacción de ese cuento, donde se trabaja la igualdad (no diferenciación) y los valores del cuento elegido. De manera que aquellas escenas estereotipadas desaparezcan. Para ello, se divide la clase en parejas, se recrea cada lámina y se consensúa que dibujar en cada hoja. De este modo, se consigue generar un cuento propio evitando todos los posibles estereotipos de género. |
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Criterios:
Indicadores:Realitza un dibuzo donde se observen actitudes favorables a la iguadad. Escribe acciones de igualdad en un papel. • Hacer una representación de los diferentes roles y explica cómo se siente. • Procurar en todo momento actitudes de normalización, equidad e inclusión. Adaptar las actividades según el diseño universal de aprendizaje (DUA) a las características del grupo. |
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Observaciones/ SugerenciasA continuación, os proponemos unas pregunas para facilitar el diálogo del profesorado con el alumnado:
El profesorado puede maquetar el trabajo realizado para que adopte la forma de un cuento estándar y ampliar la biblioteca del aula. En el caso de no tener cuentos estereotipados en clase, se pueden usar cuentos tradicionales. |
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