La legislatura promete ser complicada por muchos motivos. La oposición de PP y Vox llevan semanas echando leña al fuego con las protestas por la negociación de la amnistía que han dado la posibilidad de que Pedro Sánchez consiguiera una mayoría absoluta como para formar Gobierno. Los equilibrios en el Parlamento también van a ser complicados para mantener el Ejecutivo los próximos cuatro años.
Como todos los pronósticos estaban diciendo, los cambios anunciados por el ya presidente, iban a ir encaminados a buscar perfiles muy políticos y no tan técnicos en las diferentes carteras. El perfil de Pilar Alegría cabría perfectamente en esta previsión. Su perfil, prácticamente desde que asumió la cartera que ostentaba Isabel Celaá, fue político.
Desde el inicio quiso templar la compleja relación que había mantenido la anterior ministra con sectores de la escuela concertada. A los pocos meses fue nombrada portavoz del Partido Socialista y desde entonces ha mantenido esa doble labor.
Ahora, además de asumir Deportes en la cartera, será la portavoz del Gobierno, lo que la convierte en una de las mujeres clave del Ejecutivo. Ya desde hace mucho tiempo era una de las caras más vistas con el anterior y, a partir de ahora, más aún. Además, todavía no se sabe si continuará como portavoz del partido. Su peso político es claro.
Agradezco de nuevo la confianza del presidente @sanchezcastejon para continuar en el @educaciongob, junto a las nuevas responsabilidades de Deporte y portavoz del Gobierno.
Muy orgullosa de poder seguir haciendo una política útil y buena para todos los españoles.
— Pilar Alegría (@Pilar_Alegria) November 20, 2023
A partir de ahora, queda saber qué pasará con los asuntos que quedaron pendientes en la anterior legislatura. La Ley de enseñanzas artísticas que ya estaba bastante negociada en el Congreso, quedó en el cajón casi a las puertas de aprobarse. Habrá que volver a retomar el proyecto en los próximos meses.
Por delante queda también la transformación de la EvAU para acercarla a la reforma que debería suponer la Lomloe en relación a la evaluación de las competencias y no tanto de los contenidos. En los últimos meses, también por causa del adelanto electoral, se frenó la propuesta de cambio en espera del resultado. A partir de ahora, el Ministerio tendrá que retomar esta transformación.
Otro de los grandes proyectos que, hasta el momento, ha quedado en (casi) nada es la negociación conducente a un estatuto docente. Desde la aprobación de la Lomloe existía un mandato para que, en el plazo de un año, hubiera algún tipo de propuesta. Efectivamente, se publicó el documento con 24 medidas que debían negociarse a lo largo de los siguientes meses. Desde enero de 2022 prácticamente no se ha movido nada en este sentido. Casi dos años esperando.
Consultadas fuentes del Educación y FP, se desconoce todavía si habrá más cambios internos en Alcalá (sede del Minsiterio) relativos a la Secretaría de Estado de Educación, que ostenta José Manuel Bar desde mayo de 2022. También a la espera de qué pueda pasar en la secretaría general de Formación Profesional, en manos de Clara Sanz desde el mandato de Isabel Celaá. Sanz, auténtica artífice de la Ley de FP sobrevivió a los cambios producidos por la entrada de Pilar Alegría en Educación.