La escuela catalana adoctrina, dicen. Y yo pienso…, pues sí, la escuela catalana, a igual que la del resto del Estado e, incluso, de Europa y quizás de todo el mundo… ¡adoctrina!. Pero no son las maestras, los profesores y profesoras quienes adoctrinan, sino que es todo el sistema educativo: los currículos, las leyes, los decretos, los presupuestos, y tantas otras cuestiones.
Pero el adoctrinamiento más grande y más claro no es el nacionalista, sino el neoliberal.
¿Acaso no es adoctrinar poner a Amancio Ortega como personaje que imitar en los libros de texto de economía? ¿No es esto enseñar que lo importante es hacer dinero aunque sea sobre explotando a mujeres y niñas?
¿No es adoctrinar enviar empleados de la banca a dar clase de Economía Financiera explicando la «necesidad» de hacerse un plan privado de pensiones o un seguro de vida? ¿No es esto enseñar que quien no tenga dinero no tendrá una jubilación porque el estado no le garantizará sus derechos?
¿No es adoctrinar, enseñar Emprendimiento, que no es más que preparar a los jóvenes para un futuro laboral en el que se tendrán que hacer «autónomos», o sea, trabajadores precarios, sin derechos laborales, que las empresas contratarán cuando los necesiten y los dejarán sin trabajo cuando les convenga, sin paro, ni seguridad social, ni pensión, ni nada?
¿No es adoctrinar que en nuestros libros de texto no figuren nunca todas las aportaciones hechas por culturas que no son la occidental? No es esto enseñar a ser «supremacista» hacia todas las otras culturas que, según dicen los libros de texto, no han aportado nada a la humanidad?. La ciencia, las matemáticas, la filosofía, la medicina, la democracia, los derechos humanos… todo es obra y gracia solamente de nuestra cultura occidental?
¿No es adoctrinar, que las mujeres brillen por su ausencia en el arte, la ciencia, la literatura, la historia, los premios Nobel, y un largo etcétera? ¿No es esto un adoctrinamiento machista?
¿No es adoctrinar explicar, como hacen algunos centros religiosos, pagados con el dinero de todos y todas, que el aborto es igual a un asesinato, o que los homosexuales son «enfermos» que se pueden curar?
¿O no es adoctrinar en el más puro clasismo, que haya centros educativos con piscina e instalaciones fabulosas donde se concentra un tipo de alumnado, mientras otros están en barracones y con una gran carencia de recursos? ¿No es esto preparar al alumnado para aceptar, desde muchos pequeños, que unos tienen más derechos y más privilegios que los otros?
¿No es adoctrinar montar un sistema en el que los centros, el profesorado y las familias tienen que competir entre sí? Fomentar el individualismo y la competitividad es un adoctrinamiento totalmente funcional al sistema neoliberal.
¿Acaso no es adoctrinar elaborar un Protocolo para «detectar posibles radicalizaciones islámicas» del alumnado susceptible de ser musulmán? Cuando no hay ninguna correlación entre las actitudes que contempla este protocolo (denominado PRODERAI) y posibles atentados terroristas. ¿No es señalar a todo el alumnado proveniente de países musulmanes como posible terrorista? ¿No es esto un adoctrinamiento xenófobo y racista?
En qué «programa» oficial se habla de los desahuciados, de las causas de la crisis, del dinero que se ha regalado a los bancos, de las leyes laborales que hacen que tantos trabajadores y trabajadoras continúen siendo pobres? Dónde se explican los negocios de nuestras empresas en los países llamados pobres, que hacen que estos sean cada vez más pobres? Donde se explican las causas de la pobreza, de los países y de las personas? Donde se explica porque los inmigrantes son «ilegales» porque alguien les ha negado unos papeles? Donde se explican las causas de las guerras de Irak, de Afganistán, de Siria…que hace que tantas personas se jueguen la vida para entrar a nuestro países huyendo de la guerra y del hambre?
¿Dónde se explica que con la crisis, los ricos son cada vez más ricos, mientras los pobres son cada vez más pobres? ¿Dónde se explica que los mismos que hablan de paz están vendiendo armas a los países para que hagan guerras? ¿Dónde se explica el por qué del cambio climático y la destrucción de la naturaleza para poder hacer más y mejores negocios?
No señores, el problema de la educación no es el nacionalismo, el problema de la educación es el Neoliberalismo, la carencia de presupuesto público y la segregación escolar.
Y si, a pesar de todo este adoctrinamiento, muchos y muchas jóvenes salen del sistema educativo con una cierta «conciencia» social es, justamente, gracias a que son muchos los docentes que, a pesar de todas las trabas, continúan pensando que su tarea es ayudar a que el alumnado tenga herramientas para entender el mundo en el que vive y pueda pensar al mejorarlo.
Hace ya demasiado tiempo que estamos descuidando la función ideológica de la escuela. Como si cada vez todo fuera más neutro. Pero no hay neutralidad en un mundo tan desigual y tan cruel como el que estamos viviendo. Y la educación no puede estar fuera del mundo real. La educación no es solamente dar herramientas instrumentales (competencias, dicen ahora) para que los jóvenes se adapten al futuro que los espera. No se trata de «preparar» al alumnado para que «se adapten a las necesidades» de la sociedad del siglo 21 (cómo dicen algunos planes de innovación), sino prepararlos para poder «defenderse y luchar» contra esta sociedad que se prevé cada vez más desigual, más individualista, más racista y más competitiva.
No olvidemos que el capital, las empresas y los bancos, no tienen fronteras, tal y cómo estamos viendo estos días. Y son estos poderes económicos los que están introduciendo a marchas forzadas este adoctrinamiento. Quieren la escuela a su servicio y quieren que se transmitan sus valores. Necesitan la escuela para adoctrinar a los jóvenes de mañana.
Más allá de la guerra de banderas y de la grave situación política del país, el alumnado de Cataluña, exactamente igual que el alumnado del resto del Estado, está sufriendo un adoctrinamiento encubierto que va más allá de los nacionalismos y que afecta su futuro y el futuro de la sociedad.
Debemos ser conscientes, denunciarlo y ponerle remedio.
Rosa Cañadell. Licenciada en Psicología. Profesora. Articulista. Ex-portavoz de USTEC•STEs. Miembro de la Comisión Promotora de la ILPeducacio. Miembro fundador del SIEC (Seminario Itaca de Educación Crítica)