Uni-Digna es un colectivo recién creado de profesorado de diversas ramas de conocimiento de las universidades públicas españolas que se han unido en torno a dos objetivos básicos: el primero, para reivindicar un sistema de evaluación y acreditación del profesorado universitario comprensivo, razonable y justo, y el segundo, para proponer otro modelo de universidad al servicio del bien común y comprometida socialmente.
Se está difundiendo a todas las universidades públicas para que todo el profesorado y su personal que quiera unirse en torno a estas dos propuestas, se sume. De hecho, en la página web del colectivo hay un formulario de adhesión para unirse y un vídeo, elaborado por parte del profesorado que compone Uni-digna y que explica la pretensión del colectivo.
Esta iniciativa ha surgido ante el reciente endurecimiento de los criterios de acreditación y evaluación para acceder y desarrollar la carrera profesional en el ámbito universitario, por parte de la agencia ANECA, que se ha denominado el “anecazo”. Exigencias que están aumentado las situaciones de desigualdad y frustración entre el profesorado universitario, frenando su estabilidad y promoción, sobre todo entre los más jóvenes, y generan relaciones laborales de fuerte competitividad. Que centran la Educación Superior en una loca carrera por “publicar o perecer” en las revistas controladas por dos multinacionales privadas (Clarivate y Elsevier) a las que pagamos millones de euros anuales de dinero público. Y que convierten la docencia en una función secundaria, incluso en una suerte de “castigo” que recae sobre quienes no consiguen publicar en el “top del ranking” de las revistas de esas dos multinacionales extranjeras.
Por eso, desde Uni-Digna proponemos la creación de un nuevo sistema de evaluación de la producción científica sobre la base de modelos de ciencia para el bien común y que valore de forma más justa la producción científica del profesorado universitario. Un sistema que se apoye en modelos de ciencia abierta u «Open Science», como ha hecho Europa, en los que se priorice la evaluación de publicaciones electrónicas de acceso abierto, en consonancia con el mandato europeo “Horizonte 2020”. Y, por lo tanto, la derogación del Decreto del anecazo que regula las nuevas reglas de acreditación del profesorado universitario. Queremos un sistema de evaluación y acreditación del profesorado universitario comprensivo, razonable, global, equitativo, coherente y justo. Para ello se ha elaborado un manifiesto que condensa la propuesta y que está sumando firmas de apoyo constantemente.
Pero también vamos más allá. Planteamos un modelo de Universidad Pública entendida como servicio al bien común y a la sociedad, para contribuir a hacerla más justa, más sabia, más universal, más equitativa, más sostenible, orientada a la formación de personas creativas y críticas, con una elevada formación cultural, científica y profesional. Una universidad pública que establezca como objetivo a alcanzar en poco tiempo la gratuidad, como en otros países, destinando nuestros recursos a la educación y no a rescatar bancos o autopistas. Una universidad pública cuyas titulaciones no estén supeditadas exclusivamente a los intereses del mercado, y que garantice una educación superior más global, crítica, laica y científica, que forme ciudadanos y ciudadanas críticos, capaces de intervenir activamente en el mundo y transformarlo al servicio de toda la sociedad.
Defendemos una Universidad gestionada por la propia comunidad universitaria, superando los modelos gerencialistas centrados en costes y rendimientos. Potenciando la participación y la corresponsabilidad de sus miembros, mediante la toma de decisiones colegiadas, la electividad de sus cargos y una gestión interna responsable basada en el trabajo en equipo, la corresponsabilización de la comunidad universitaria, la cooperación y la transparencia. Equilibrando la representación democrática de todos los sectores universitarios en los órganos de gobierno. Convirtiendo los Consejos Sociales en órganos de colaboración y control, por parte de la sociedad civil comprometida socialmente, respecto a la utilización de los recursos públicos en las universidades y la orientación de los objetivos de las mismas hacia intereses sociales generales: la preservación del planeta y sus recursos naturales, la paz, la justicia social, la economía para el bien común, la igualdad de género…
Una universidad pública que suprima la contratación precaria, especialmente de asociados y que dote de recursos y personal suficiente para poder llevar a cabo una docencia personalizada y atenta al desarrollo académico, con una reducción significativa y efectiva de la ratio alumnado-profesorado, así como para poder realizar una investigación rigurosa. Que valore la docencia y la renovación pedagógica tanto como la capacidad investigadora, y establezca un sistema accesible y equitativo para posibilitar la estabilización en el trabajo y el desarrollo y promoción. Que potencie una docencia y una investigación para el bien común y la paz, que fomenten el carácter social y colaborativo de la investigación, y cuya transferencia de conocimiento tecnológico y social sea de dominio público. Que evalúe todas las dimensiones de la educación superior (docencia, investigación, gestión, Administración y transferencia) para mejorarlas, no para conseguir clasificarse en rankings más que discutibles. Pero especialmente la dimensión de compromiso social de la Universidad como agente dinamizador para la transformación social y la vinculación del proceso de formación universitaria con el componente de compromiso social con el entorno social en el que se desarrolla su labor.
Dado que la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) está hablando con sindicatos y patronales para consensuar una petición a los grupos políticos con el objetivo de que elaboren una nueva ley de universidades, queremos contribuir a esa nueva ley con estas propuestas y, como parte de la comunidad académica, ser parte activa en la construcción de otra universidad pública posible y necesaria.
Enrique Javier Díez Gutiérrez, Profesor de la Universidad de León; Aquilina Fueyo Gutiérrez, Profesora de la Universidad de Oviedo; y Eduardo Fernández Rodríguez, Profesor de la Universidad de Valladolid. Miembros de Uni-Digna.