Evitar la segregación socioeconómica, en la medida de lo posible, así como mejorar la educación en las etapas anteriores a la primaria son las dos claves principales que tienen un impacto positivo en la resiliencia del alumnado de primaria, es decir, la capacidad del alumnado en peor situación socioeconómica para obtener los mejores resultados posibles en las evaluaciones estandarizadas, según un estudio realizado por la Fundación Sociedad y Educación junto a la Fundación Ramón Areces.
El fenómeno de la resiliencia educativa en la enseñanza primaria es el título de este estudio que ha querido averiguar qué factores impactan en el alumnado en peor situación socioeconómica en relación con sus resultados académicos utilizando los datos de PIRLS y TIMSS, dos evaluaciones internacionales estandarizadas que se realizan con alumnado de 4º de primaria.
Que la heterogeneidad del origen socioeconómico de los compañeros de clase tenga relevancia en la mejora de los resultados de quienes se encuentran en peor situación es relativamente novedoso, aunque forma parte de la base de algunas de las prácticas educativas más significativas, como es el caso de las comunidades de aprendizaje, en donde la baza de la heterogeneidad (en cualquier variable) se entiende como fundamental a la hora de mejorar los resultados de todo el alumnado en su conjunto.
Según los dos investigadores que han realizado el trabajo, José manuel Cordero y Lucía Mateos, ambos economistas de la Universidad de Extremadura, la interacción entre alumnas y alumnos de orígenes diferentes tiene un impacto positivo en los resultados de quienes, a priori, parten de situaciones más desfavorecidas. El resultado lo han obtenido utilizando las bases de datos de TIMSS y PIRLS en los que participa España con alumnado de 4º de primaria. Han estudiado diferentes variables como pudiera ser la experiencia de su profesorado, el sexo, el origen, la edad, etc.
De todas estas variables, han confirmado que la heterogeneidad de los grupos, así como el paso por etapas educativas previas a la primaria, tienen un peso importante en la capacidad del alumnado desfavorecido de situarse por encima de las expectativas que tienen.
Algo menos novedoso, en este sentido, es el del impacto de la educación infantil en el proceso educativo posterior. Ya PISA lleva años diciendo que quienes han pasado más años escolarizados en centros de infantil de calidad, consiguen mejores resultados en las famosas pruebas estandarizadas de la OCDE.