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La DANA que ha azotado la Comunitat Valenciana ha dejado a su paso una estela de devastación que ha alterado la vida de miles de personas, especialmente niños, niñas y adolescentes. Las consecuencias del temporal han sido especialmente duras para la infancia, un colectivo vulnerable que ha experimentado no solo pérdidas materiales, sino también emocionales y de desarrollo. Ante esta situación, organizaciones como UNICEF, Save the Children y Educo han lanzado un llamamiento urgente a las autoridades para que las respuestas a la emergencia integren de manera prioritaria las necesidades específicas de los menores.
La tragedia de la infancia en medio del desastre
La DANA ha generado un escenario sin precedentes en la región, con víctimas mortales, desapariciones y municipios enteros que se encuentran aislados o sin acceso a servicios básicos. Según UNICEF España, la infancia es uno de los colectivos más impactados en catástrofes como esta. La interrupción de la vida cotidiana, la pérdida de familiares, la incertidumbre ante los desaparecidos y el cierre de las escuelas son solo algunos de los elementos que hacen que los menores enfrenten un escenario de angustia y estrés que, sin la atención adecuada, podría dejarles secuelas duraderas.
“La infancia siempre es la gran afectada en cualquier emergencia, y en el caso de esta DANA, que ha conmocionado a nuestro país, lamentamos profundamente la pérdida de vidas, también infantiles”, señaló José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España. La organización ha manifestado su preocupación por las secuelas a corto y largo plazo que este desastre podría acarrear en los menores afectados, sobre todo en aquellos que ya enfrentaban dificultades adicionales como pobreza o discapacidad.
Proteger a los más vulnerables
Para UNICEF, es imprescindible que las administraciones públicas integren las necesidades de los niños y niñas en la respuesta y recuperación, tanto inmediata como a medio y largo plazo. La colaboración y coordinación entre entidades municipales, autonómicas y estatales es, según la organización, esencial para garantizar una respuesta efectiva.
La organización ha identificado varios aspectos críticos para la protección de la infancia en esta emergencia. Primero, considera indispensable cubrir las necesidades básicas de alimentación, salud y seguridad para que los menores puedan enfrentar la situación junto a sus familias. También, recalca la importancia de proteger a los menores de experiencias traumáticas, evitando en lo posible cualquier exposición a situaciones violentas y proporcionando entornos seguros y de buen trato. Por último, destaca la necesidad de ofrecer atención psicológica especializada desde el primer momento, permitiendo que los menores reciban el apoyo psicosocial necesario para gestionar el impacto de lo vivido; UNICEF enfatiza que contar con esta ayuda puede ser fundamental para su salud mental a largo plazo y contribuir a fortalecer su resiliencia.
Las aulas no solo son el lugar donde se les brinda educación sino que se convierten en espacios seguros en los que los menores pueden recobrar una cierta normalidad
Además, la organización destaca la necesidad de garantizar la continuidad educativa y la vuelta a los espacios lúdicos. Las aulas no solo son el lugar donde se les brinda educación, sino que, en circunstancias como estas, se convierten en espacios seguros en los que los menores pueden recobrar una cierta normalidad. De no ser posible la vuelta a los centros habituales, UNICEF insiste en que se busquen espacios alternativos y se creen lugares de ocio, especialmente para los menores más vulnerables.
Priorizar el enfoque de infancia
Save the Children, por su parte, ha solicitado a las autoridades que incluyan en su respuesta a la emergencia medidas específicas para la protección de la infancia. La organización ha trasladado al Consell de la Comunitat Valenciana una serie de recomendaciones para crear entornos seguros y de buen trato en las zonas más afectadas, así como un manual con consejos y técnicas para abordar con los menores los desastres naturales desde un enfoque psicoeducativo.
Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, advirtió de las posibles consecuencias a largo plazo en la infancia expuesta a eventos traumáticos, como insomnio, pesadillas o trastornos de estrés postraumático. Para minimizar estos efectos, la organización propone generar espacios protectores y de buen trato, tanto a nivel de infraestructuras como de espacios emocionales, como zonas de juego o de atención psicológica individual.
Save the Children también ha ofrecido al Consell y a los ayuntamientos de las zonas afectadas sus recursos en materia educativa y de apoyo psicosocial. La organización enfatiza que el bienestar de los menores no debe quedar relegado en la planificación de la respuesta a la emergencia y advierte de los riesgos de mantener a los menores en entornos peligrosos o expuestos a la destrucción.
Apoyo psicosocial y educativo
Educo también se ha movilizado en las zonas afectadas por la DANA, en colaboración con otras entidades sociales con las que ya trabaja desde hace años. La organización ha anunciado que brindará apoyo a la infancia para ayudarles a procesar lo ocurrido y a gestionar las emociones que han surgido a raíz del desastre.
“Cuando se produce una catástrofe de esta magnitud, todas las personas que la viven ven cómo su vida da un vuelco gigantesco. En el caso de los niños y niñas, este cambio es aún más significativo. Tienen menos recursos para sobrellevar un suceso tan traumático como este, que puede afectar considerablemente a su salud mental y a su educación, con consecuencias negativas para su futuro”, afirmó Pilar Orenes, directora general de la ONG. Con este objetivo, Educo implementará actividades de apoyo psicosocial, educativas y de ocio en las que los menores puedan expresar y compartir sus vivencias en un entorno seguro. Asimismo, la organización está colaborando con entidades locales para cubrir necesidades urgentes, como el acceso a agua potable.
El cierre de centros educativos debido a los daños materiales genera una barrera adicional para estos menores y sus familias
Para Educo, es fundamental que los menores puedan volver a la normalidad lo antes posible, y eso incluye el regreso a la escuela, que en situaciones de emergencia como esta funciona como un refugio emocional en el que los niños y niñas pueden expresarse, socializar y sentirse seguros mientras se garantiza su derecho a la educación. Orenes subrayó que “la escuela es un refugio emocional para ellos y ellas, donde pueden compartir sus emociones con sus compañeros y compañeras”.
La educación como pilar de recuperación y normalización
Una de las principales preocupaciones de Save the Children y Educo es el acceso a la educación de los cerca de 40,000 menores en edad escolar afectados en la zona, distribuidos en hasta 24 municipios. Save the Children alerta de que el cierre de centros educativos debido a los daños materiales genera una barrera adicional para estos menores y sus familias. Para ambos, asegurar la continuidad educativa es clave no solo por el derecho al aprendizaje, sino también porque los colegios representan espacios seguros donde los niños pueden socializar, jugar y desconectar de la situación de emergencia que enfrentan.
Andrés Conde, director de Save the Children, subrayó que “los centros educativos son espacios seguros en los que los niños y niñas pueden estudiar y buscar en la medida de lo posible la normalidad y estabilidad dentro de la catástrofe”. Ambas organizaciones han propuesto soluciones temporales como la matriculación en centros cercanos o la creación de espacios provisionales de estudio, algo en lo que la Conselleria de Educación ya está trabajando. Asimismo, consideran importante que se desarrollen programas de apoyo educativo y refuerzo para compensar el tiempo de estudio perdido durante el cierre de los centros.
Una respuesta coordinada con enfoque de infancia
Las tres oenegés coinciden en que la situación requiere una respuesta coordinada y centrada en la infancia. Las primeras horas y días tras un desastre son críticas para minimizar el impacto y los daños a largo plazo, por lo que abogan por integrar desde el principio un enfoque que tenga en cuenta los derechos y necesidades específicas de los menores.
El compromiso de UNICEF, Save the Children y Educo es claro: apoyar a la infancia y ofrecer recursos a las administraciones para asegurar que ningún menor quede desatendido en esta crisis. Ambas organizaciones han hecho un llamado a la solidaridad de la ciudadanía y las empresas para canalizar esfuerzos hacia esta causa y recuerdan que el bienestar de los niños y niñas es una prioridad en momentos de emergencia.
En palabras de Conde, “la catástrofe requiere el mayor de nuestros esfuerzos”. La situación en la Comunitat Valenciana muestra la vulnerabilidad de la infancia ante los desastres naturales y evidencia la importancia de una respuesta humanitaria que contemple, desde el primer momento, el apoyo psicosocial, la protección y el acceso a la educación como pilares para la recuperación y el bienestar a largo plazo.