La ONG Save the Children acaba de lanzar una campaña bajo el nombre de «#LosÚltimos100 con la que quiere exigir que el Gobierno haga todo lo necesario para que en septiembre de 2018 se haya presentado en el Congreso la una Ley integral para defender a niñas y niños, a menores, ante las situaciones de violencia a las que se ven expuestos y que, en el más positivo de los cálculos, le ha costado, desde 2012, la vida a 100.
Violencia de género, violencia contra la infancia, abuso sexual y acoso escolar son los campos en los que Save the Children se ha centrado para intentar hacer cálculos sobre cuántos menores mueren de manera violenta. Denuncian, lo primero, que no hay registros unificados y válidos, homogéneos, de manera que la cifra que dan, 100 menores muertos, se refiere a los casos que, desde 2012, han aparecido en los medios de comunicación.
La única cifra clara en todo esto es la de 36 niñas y niños asesinados en casos de violencia de género en estos años. Es la cifra «mejor cuantificada, decía Ana Sastre, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia, y que más atención recibe», por parte de las administraciones.
Por eso quieren equiparar la ley que piden a la de violencia de género. Lo primero para tener un registro claro de cuántas víctimas hay, de qué edades, con qué casuísticas. Una ley que consiga visibilizar el gran problema, entienden desde la ONG, que supone esa violencia sobre la infancia (los 100 casos mortales son la punta de un iceberg mucho mayor), y facilite, lo primero, un trabajo de prevención.
Es en la prevención donde Save the Children quiere poner el foco para evitar, en buena medida, los problemas posteriores. Ponen el caso de algunas buenas prácticas preventivas, en relación al abuso sexual de menores en Canadá, que consiguió reducir, aseguran, a la mitad los casos. Prevención basada en que niñas y niños tengan información sobre lo que es y lo que no puede ser abuso.
También piden que, ante casos de denuncia de violencia de género, como medida cautelar, los jueces suspendan el régimen de visitas del acusado hasta que se resuelva el caso. Hoy por hoy, esta suspensión se produce en el caso en el que los y las menores hayan presenciado dicha violencia sobre sus madres.
Según explicó en rueda de prensa Laura Pérez Picarzo, directora de Comunicación de la ONG, la campaña, además de contar con caras muy conocidas que quieren dar nombre a esas 100 víctimas mortales d ela violencia contra la infancia, pretende recorger firmas, en la calle y por internet para reunir cientos de miles.
Todo ello para concienciar a la población de la necesidad de erradicar la violencia contra la infancia, sacarla del ámbito privado. Según Pérez Picarzo es un tema que no interesa a los políticos porque se produce en los hogares, o en lo centros educativos. Porque los menores tienen miedo y denuncian poco o no saben dónde hacerlo. Porque no hay medidas suficientes, además.
Una violencia que Ana Satre se encargó de resumir con algunas cifras. Una violencia encarnada en casos de abusos sexuales en los que se estima que solo se denuncian el 15%, un porcentaje muy pequeño que, además, se relaciona con que solo un tercio de estas denuncias acaban en un juicio oral, en una sentencia. Casos en los que los menores sufren, además, la presión mediante el miedo y las amenazas para que guarden silencio.
Una violencia, también dentro de los hogares, de género que en 2017 mató a ocho menores y dejó a 24 huérfanos. Que se engloba dentro de la Ley Integral de Violencia contra las mujeres, en la que no se contemplan medidas específicas para la infancia, de manera que faltan recursos y atención específica.
También están los casos de maltrato infantil, la violencia más habitual. Según el Registro Unificado de Maltrato Infantil, que se completa con los datos que aportan las CCAA, en algunos casos, de manera irregular y heterogénea entre ellas, ha habido 14.000 casos de maltrato y unas 4.650 denuncias. Casos que tienen que ver con insultos, castigos humillantes, golpes o falta de atención por parte de los progenitores.
Y, por último, la violencia escolar, sea o no acoso. La organización ha hecho algunos informes sobre esta cuestión, en los que han recogido datos como que uno de cada 10 menores aseguran haber sufrido acoso, o que el 30% asegure haber recibido golpes.
El vídeo de la campaña muestra a diferentes personajes públicos que quieren visibilizar a las niñas y niños víctimas, a estos 100, #LosÚltimos100.