Todavía se desconocen los detalles concretos del acuerdo al que han llegado el PP y los tres diputados expulsados del partido de extrema derecha. Hasta donde se conoce, Mabel Campuzano ha hecho declaraciones en las últimas semanas que apuntan a la puesta en marcha del veto parental sobre los contenidos que se enseñan en las escuelas, el cheque escolar y la apuesta por la escuela concertada frente a la pública.
De poco han servido los intentos y declaraciones realizados por sindicatos y familias de la educación pública de la Región para que el presidente regional no cumpliese con la posibilidad de que cediera la Consejería de Educación a la extrema derecha. La comunidad educativa de la pública ha criticado con dureza el «mercadeo» que ha supuesto la negociación con los diputados expulsados de Vox para que dieran su apoyo al PP para evitar su salida del Gobierno tras la moción de censura de hace un par de semanas.
Ahora queda conocer los detalles del acuerdo al que han llegado los negociadores. Sobre la mesa, la puesta en marcha del cheque escolar, el veto parental sobre los contenidos educativos y la apuesta por la educación concertada en una comunidad en la que, en la última década, se ha invertido más en esta que en la pública, porcentualmente.
El presidente regional ha hecho oídos sordos a las protestas de la Plataforma por la Educación Pública de Murcia que se concentraron ante el palacio de San Esteban, en Cartagena, y ante la Asamblea en la capital, Murcia. Unas protestas que, presumiblemente irán a más en los próximos días.
Educación había asumido algunos de los postulados de la extrema derecha en relación al veto parental en las instrucciones de inicio de curso publicadas en 2020. El Ministerio dirigido por Isabel Celaá anunció que acudiría a los tribunales en lo que pensaba un ataque a la normativa estatal en relación al currículo educativo.