A las 10 de la mañana comenzaba la sesión de la Comisión del Educación del Congreso. La oposición casi en bloque había pedido esta comparecencia de la ministra Isabel Celaá para aclarar su anteproyecto de ley educativa que se filtró hace unos días.
En realidad, casi desde el principio, se ha convertido en una comparecencia en la que PP y Ciudadanos han criticado duramente al Gobierno y a la ministra por no buscar el consenso con la presentación, en escasas tres semanas, de un texto articulado que supone, de facto, la derogación de la LOMCE.
La portavoz popular, Sandra Moneo, ha cargado contra la ministra y su partido por la salida de la subcomisión que negociaba el pacto por la educación. Una salida justificada en su día por la falta de voluntad del PP y Cs de hablar de una financiación de la educación del 5% del PIB.
Un búmeran, el de la financiación, que vuelve con la misma fuerza. El Ministerio no ha presentado una memoria económica que acompañe a su proyecto de ley. Algo que han señalado desde la oposición. Isabel Celaá ha asegurado que en estos momentos se trabaja en la redacción de esta memoria económica y será pública lo antes posible. Como también lo será, según afirmó, un documento con el texto consolidado de la LOE, tras la eliminación de los artículos de la Lomce y la introducción del nuevo texto del Gobierno.
Recentralizar la educación
Si ha habido cambio, al menos así lo han percibido buena parte de las y los diputados de la comisión, ha sido en el giro de la política del PP con respecto a las transferencias autonómicas. En la línea de Pablo Casado, presidente de los populares, que hace unos días aseguraba en la campaña de las elecciones andaluzas su intención de que el Estado recuperase las competencias para que las autonomías solo las gestionen.
Desde Esquerra Republicana de Catalunya hasta el PSOE se mostró la extrañeza ante una cuestión que “nunca” se le había escuchado al Partido Popular. La cuestión catalana y las lenguas cooficiales planean sobre el tema.
Sandra Moneo, portacoz del PP aseguró que este movimiento de los socialistas, del Gobierno, de presentar una nueva ley supone una “rendición de su partido ante quienes sueñan con la ruptura total y absoluta de nuestro país”. “Solo se mueven para dar satisfacción, ha dicho, a los socios: la izquierda o extrema izquierda y a los nacionalistas”. Ha insistido la popular, además, en que algunas comunidades autónomas han demostrado deslealtad.
“Vamos a presentar una enmienda a la totalidad con texto alternativo”, dijo Moneo. España “merece una nueva ley que fortalezca los poderes del Estado frente a algunas autonomías”, finalizó la portavoz popular.
Mucha bronca. Poca novedad
Más de cuatro horas se ha alargado la comparecencia de Isabel Celaá en la comisión de Educación. Poca tregua ha tenido en ese tiempo por parte de las portavoces del PP y de Cs (Marta Martín) que se han mostrado muy críticas acusando al Gobierno de querer volver a la LOE, una ley «obsoleta» que data de 2006.
“Comparece tras enterrar, casi definitivamente, un gran pacto de estado. Lo acaecido en las últimas semanas da explicación sobre por qué PSOE se levantó del pacto tras año y medio de trabajo” .Así ha comenzado Sandra Moneo, portavoz del PP su intervención. Y tras cerrar la posibilidad del acuerdo, “la cara B” ha dicho, volver a un “modelo educativo con más del 30% abandono escolar y fracaso”.
«Me parece un emplasto y una especie de provocación», así ha comenzado su intervención Marta Martín sobre el texto del Ministerio. Ha criticado la rapidez con la que el Ministerio ha preparado el texto articulado, que ha calificado de «paripé de negociación» el que esté listo en 20 días. Pero no solo ha criticado la rapidez de los trámites. «Su anteproyecto tiene tan altísimo tinte ideológico que parece una provocación».
Además, la portavoz naranja ha anunciado que su partido presentará una moción de devolución sobre el proyecto de ley para que pueda realizarse, esta vez sí, una negociación sobre su contenido.
Isabel Celaá ha explicado a diputadas y diputados algunas de las líneas más importantes del texto que ha redactado su equipo. Líneas que ya estaban claras después de la filtración tanto del articulado hace unos días como del documento previo en el que se establecían los puntos más polémicos que querían eliminarse o modificarse. Casi un centenar.
Tanto desde desde el grupo confederal Unidos Podemos, como los grupos nacionalistas han preferido tener un perfil más conciliador con el Gobierno a la espera de que efectivamente entre dentro de la Cámara y pueda, ya entonces, discutirse punto a punto sobre su contenido.
Mientras los nacionalistas han puesto el acento en cuestiones como la lengua, así como lo referente a los cambios sobre los conciertos educativos, desde Podemos se ha hablado más de financiación o de la posibilidad de ir más lejos para proteger a la educación pública, además de remitir al Documento de Bases para una nueva Ley de Educación que firmara el Partido Socialista, además de Podemos, en 2014.